
BUENOS AIRES (EFE).— Casi noventa años después de su inauguración, el Obelisco de Buenos Aires —símbolo de la ciudad— incorpora por primera vez uno de los proyectos imaginados en su concepción: una cúspide accesible al público gracias a un elevador interno que permite disfrutar de una nueva vista panorámica de la capital argentina.
Se trata de un elevador moderno, con paredes vidriadas a los laterales y otra en su parte posterior, equipada con una pantalla LED, que permite subir 67.5 metros en un minuto.
El último tramo lo constituyen 35 escalones antes de llegar al mirador de cuatro ventanas en la cúpula.
El Obelisco fue diseñado en 1936 por el arquitecto argentino Alberto Prebisch para conmemorar los 400 años de la primera fundación de Buenos Aires. Desde su origen fue pensando para que tuviera un elevador.
La nueva obra fue impulsada por el gobierno de la ciudad de Buenos Aires y presentada por el alcalde, Jorge Macri, quien destacó que “este gran proyecto de ingeniería revaloriza uno de los símbolos porteños”.
“El mirador panorámico es un nuevo atractivo turístico que cambiará la manera de ver nuestra ciudad y su patrimonio, como en las grandes metrópolis del mundo”, agregó en la apertura.
El elevador fue introducido por partes al interior del monumento, donde fue finalmente ensamblado.
“Se acondicionaron instalaciones eléctricas y se adaptó el piso para fijar la escalera de caracol y la estructura metálica. El ascensor se armó adentro, pieza por pieza, ya que la puerta original es el único punto de ingreso”, explicó el ministro de Espacio Público e Higiene Urbana de Buenos Aires, Ignacio Baistrocchi.
Aunque todavía no está abierto al público general, ya se iniciaron las visitas de vecinos del barrio de San Nicolás, elegidos entre unos 22,000 inscritos por una convocatoria en redes sociales.
Los recorridos tienen cupo limitado y continuarán este mes para celebrar el aniversario 89 del Obelisco, cuya construcción finalizó el 23 de mayo de 1936.
El mirador será operado por una empresa privada mediante una licitación, en coordinación con el ente de turismo porteño, y la propuesta incluirá una experiencia museográfica.
En los últimos días se reemplazó, por primera vez, el pararrayos del monumento y actualmente se trabaja en cambiar la pintura exterior.