
MOSCÚ.— Un desfile militar recorrió ayer la Plaza Roja de Moscú para conmemorar el 80 aniversario de la derrota Nazi en la II Guerra Mundial, al que asistieron el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y más de dos docenas de líderes mundiales, la cifra más alta desde que Moscú envió tropas a Ucrania.
El Día de la Victoria, que se celebra en Rusia el 9 de mayo, es la festividad secular más importante del país.
El desfile y otras ceremonias subrayaron los esfuerzos de Moscú por proyectar su poder global y consolidar las alianzas forjadas mientras busca un contrapeso a Occidente en medio del conflicto en Ucrania, que ya entró en su cuarto año, dice AP.
El desfile del viernes fue el más grande desde que Rusia envió tropas a Ucrania en 2022 y atrajo a la mayor cantidad de líderes mundiales a Moscú en una década, incluidos invitados destacados como el presidente chino, Xi Jinping, quien se sentó junto a Putin, y el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva. Su asistencia subrayó cómo Putin ha intentado enfatizar el fracaso de Occidente en convertir a Rusia en una paria global.
El desfile fue una muestra impresionante de poder y unidad, pero a veces siento que estos eventos se centran más en la ostentación que en la verdadera conmemoración de lo que significó la guerra. Es importante recordar y honrar a quienes sufrieron, pero también deberíamos reflexionar sobre cómo podemos evitar que conflictos así se repitan en el futuro.