
Y no, no estamos hablando de una escena de película ni de una broma de cámara escondida, esto pasó de verdad y quedó grabado para la historia de los viernes más insólitos. El sujeto, que parece haber confundido el espectáculo con una piñata de cumpleaños, tomó por sorpresa a todos cuando subió al escenario y cargó —literalmente— a la bailarina en pleno show.
Testigos aseguran que lo hizo con toda la seguridad del mundo y sin pizca de pena. La seguridad del lugar reaccionó segundos después y lograron detenerlo antes de que saliera por la puerta como si nada. La parte más impactante (o divertida, según se vea) es su rostro impasible durante su detención. Nada de arrepentimiento, nada de susto. Como si acabara de recoger su pizza del mostrador.
Las autoridades informaron que no hubo daños ni lesiones, pero sí un intento muy mal planeado de «secuestro artístico». La bailarina está bien y el establecimiento, aunque perplejo, ya reforzó sus medidas de seguridad para que el escenario no vuelva a ser pasarela de locuras espontáneas.
Como dicen por ahí: «Es viernes y el cuerpo lo sabe… pero el sentido común no siempre.»
Es genial que se hable de este tema, porque es algo que nos afecta a todos. Sin embargo, a veces siento que no se le da la importancia que merece. Deberíamos estar más pendientes y exigir soluciones, en lugar de solo quedarnos con las palabras.
Es genial ver que se están tomando medidas para cuidar el medio ambiente, pero a veces siento que las acciones son solo palabras y no se ven cambios reales. Ojalá que lo que se promete se cumpla y no se quede en buenas intenciones.
Es genial ver que se están tomando medidas para cuidar el medio ambiente, pero a veces siento que se hacen muchas promesas y luego no se cumplen. Ojalá que esta vez sí se tomen en serio las acciones y no se quede solo en palabras.