
PUEBLA.- Al menos 300 personas de distintas comunidades del municipio de Ajalpan, en la Sierra Negra de Puebla, resultaron intoxicadas tras consumir carnitas en un convivio realizado durante la fiesta patronal de la junta auxiliar de Pizcuautla.
El evento tuvo lugar el domingo 20 de abril, con motivo de la celebración del Domingo de Resurrección. Como parte de las costumbres locales, los mayordomos de la inspectoría organizaron una misa seguida de una comida colectiva para agradecer y compartir con habitantes.
Horas después del evento, habitantes de al menos 24 comunidades comenzaron a presentar síntomas como diarrea, vómito, náuseas, fiebre y malestar general.
La intoxicación se manifestó entre la noche del domingo 20 y la mañana del lunes 21 de abril, generando una rápida movilización de los servicios médicos disponibles en la zona.
Entre las comunidades afectadas se encuentran La Escondida, Tepepa, Buena Vista, Rancho Nuevo, Xonacatec, Duraznotla, La Ciénega, San José Los Pinos, Puerto de Ángel y Ahuatepec, entre otras.
Atienden intoxicación masiva en Puebla
Las autoridades municipales de Ajalpan confirmaron que se desplegó una brigada médica para atender a los afectados en sus propias comunidades y hacer un primer diagnóstico del caso.
Sobre este problema, el alcalde de Ajalpan, Faustino Soriano Centeno, informó que han tomado conocimiento del hecho y establecieron contacto con los enfermos y sus familiares para brindar atención, ya que entre los afectados hay adultos mayores y niños.
Hasta el momento, la Secretaría de Salud no ha emitido un dictamen oficial sobre las causas de esta intoxicación, aunque se presume que el alimento contaminado pudo haber sido la carne de cerdo servida durante el evento.
Es una lástima que un evento que debería ser de alegría y convivencia termine en una tragedia como esta. La comida en las fiestas es parte de la tradición, pero es fundamental que se tomen más precauciones para asegurar que lo que se sirve sea seguro. No se puede jugar con la salud de la gente, sobre todo en celebraciones donde todos deberían estar disfrutando.
Es una pena que algo tan bonito como una fiesta patronal termine en una tragedia así. La comida en estos eventos es parte de la tradición y la diversión, pero es crucial que se tomen medidas para asegurar que todo esté en buen estado. No se puede jugar con la salud de la gente, y ojalá se tomen lecciones de esto para evitar que vuelva a pasar.
Es una lástima que una celebración se haya convertido en una pesadilla para tantas personas. Las fiestas son para disfrutar, no para acabar en el hospital. Es importante que se tomen más precauciones con la comida que se ofrece en estos eventos, porque nadie quiere arruinar su día por un descuido. Ojalá aprendan de esto y se eviten situaciones así en el futuro.