
CHALCO.- Un nuevo vídeo de la balacera que se registró en la comunidad de La Candelaria Tlapala, Chalco; donde un joven perdió la vida tras la balacera que protagonizó una adulta mayor, nuevamente causa polémica sobre el hecho.
“Tengo ya seis días demandando, llevo seis días llevando la demanda porque se metieron a mi domicilio, seis días de trabajo señor para poder denunciar que se metieron y me robaron mi recámara, mi comedor y 70 mil pesos“, les dijo Mariana “N”, la propietaria de la vivienda a la familia que se metió a su casa en el fraccionamiento Exhacienda de Guadalupe, en la comunidad de La Candelaria Tlapala, Chalco.
Como se recordará, tras este encuentro se habría registrado una balacera en la que murieron dos personas.
Antes del ataque a balazos de Carlota “N”, quien fue acompañada de sus hijos Eduardo “N” y Mariana “N“, ocurrido el 1 de abril pasado, fueron a pedirles a los ocupantes de su inmueble que se salieran, pero no aceptaron porque argumentaron que habían pagado la renta a otra persona.
Después de la negativa, regresaron Mariana, Carlota y Eduardo, estos dos últimos les disparan y en el lugar murió Esau, de 51 años, Justin de 17 años y resultó lesionado un adolescente de 14 años.
Mariana “N”, Carlota “N” y Eduardo “N”, fueron arrestados el 2 de abril en el municipio de Chicoloapan y ahora están recluidos en el penal de Chalco, donde un juez les impuso la medida cautelar de prisión preventiva justificada, mientras se lleva a cabo su proceso.
Vídeo exhibe discusión de doña Carlota con presuntos “okupas”
En un nuevo video difundido en redes sociales se observa y se escucha que Mariana, Carlota y Eduardo discuten con los inquilinos de la propiedad porque no querían abandonarla, pues según ellos habían pagado para ocuparla.
Se escucha la voz de Justin, quien le dice a Mariana, Carlota y a Eduardo que su bebé y su esposa ocupan un cuarto y cómo iban a saber que quien les rentó los engañó.
Mariana les reclamó que se robaron algunos de sus muebles y dinero en efectivo que tenía en el inmueble y Esaú les inquiere si tiene pruebas de esa acusación. Mariana le contesta que no tiene pruebas, pero Eduardo interviene y responde que está adentro de la casa, que eso es más que una prueba.
“Mi recámara valía 20 mil pesos, el comedor valía 16 mil pesos, si cargo con buena suerte la factura de mi recámara que me robaron y de mi comedor. Lo que yo le explicó señor es que esta propiedad es mi casa, es mi vivienda, yo soy la propietaria, si tiene duda la señora para eso está el Ministerio Público”, insiste Mariana y se oye la voz de Carlota, quien les pide que se vayan.
Los inquilinos reviran y les responden que eso lo tiene que determinar el agente del Ministerio Público, que llegará al sitio después. Eduardo les reitera que su hermana Mariana es la propietaria y lleva 10 años pagando por ella y que están seguro de sus dichos.
Por su parte, Mariana argumenta que diario pasa la Policía por su vivienda porque hay una orden de protección para ella porque el 27 de marzo denunciaron que ellos se metieron a su inmueble. Eduardo los presiona para que se vayan, les pregunta si se van a salir o no.
“Sí nos salimos, pero como dice mi hijo, ahorita llegamos que están ustedes adentro, entiendo que estén molestos si es su casa, pero acreditan y sin problema nos salimos”, expresó Esaú.
El jefe de familia les explica que tienen una hoja que demuestra que arrendaron la casa y duda de si ellos son los dueños o la otra persona que se las rentó. Eduardo les exige que saquen sus cosas y se vayan. Esaú contesta que lo harán hasta que llegue el agente del Ministerio Público.
“Cómo me voy a salir y quién me va a pagar el dinero que yo pagué. No es mi culpa, tampoco es mi culpa”, inquiere Justin. Esaú le comenta a Eduardo que Justin tiene 17 años, pero ya está casado y tiene un bebé de un año.
“No está ni loco ni enfermo, él está opinando porque está consiente”, responde.
Justin reitera que no se saldrá hasta que recupere su dinero que dio para pagar el arrendamiento.
“Sálgase no se meta en más problemas”, se oye la voz de Carlota. Esaú insiste en que hay una hoja de arrendamiento y que por eso se metieron a la casa a ocuparla. “No queremos arrendamiento, queremos papelitos”, exige Carlota.
Esaú les dice que sí se van a salir, pero pide 10 mil pesos, la mitad de lo que presuntamente pagó su hijo por rentar la casa. Mariana advierte que si no se quieren salir irán por la fuerza pública para que los saquen.
Más tarde, Mariana, Carlota y Eduardo regresaron al inmueble, sacaron las pistolas que portaban y dispararon contra Justin y Esaú.
Justin murió en el lugar y su padre después de ser herido. Mientras trataron de huir varias personas trataron de impedírselos y Eduardo disparó para dispersarlos, un adolescente de 14 resultó herido.
Es increíble cómo situaciones así pueden escalar tan rápido. La violencia nunca debería ser la respuesta, y es triste ver que las cosas llegan a ese extremo. La vida de una persona se pierde y eso no se puede recuperar. Ojalá la gente aprenda a resolver sus problemas de otra manera.