
CIUDAD DE MÉXICO.— La Evaluación Anual de Amenazas de la Comunidad de Inteligencia estadounidense identifica un crecimiento de los productores independientes de fentanilo en México.
En el documento, publicado por la directora nacional de Inteligencia, Tulsi Gabbard, se detalla que “desde al menos 2020, el crecimiento de los productores independientes de fentanilo con sede en México —actores que son autónomos o semiautónomos del control de los cárteles mexicanos— ha fragmentado cada vez más el comercio”.
Añade que “los productores independientes de fentanilo se sienten atraídos por la rentabilidad de la droga y las bajas barreras de entrada al mercado, incluyendo la facilidad de sintetizarla utilizando equipo básico de laboratorio y poco personal”.
El reporte indica que “es probable que las Organizaciones Terroristas Extranjeras —incluido el Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS), Al Qaeda, otros grupos terroristas islamistas y algunos cárteles de la droga—, hasta terroristas que actúan solos o en pequeñas células, persigan, faciliten o inspiren atentados”.
La evaluación agrega que “la inmigración ilegal a gran escala ha sobrecargado la infraestructura y los recursos locales y nacionales, y ha permitido que terroristas conocidos o presuntos crucen a Estados Unidos”.
Impacto en seguridad
De acuerdo con el análisis difundido, “las organizaciones transnacionales y terroristas del hemisferio occidental involucrados en la producción y el tráfico de drogas ilícitas con destino a Estados Unidos ponen en peligro la salud y la seguridad de millones de estadounidenses y contribuyen a la inestabilidad regional”.
Además, “el fentanilo y otros opioides sintéticos siguen siendo las drogas más letales que se trafican en Estados Unidos, causando más de 52 mil muertes en el país en un periodo de 12 meses que finalizó en octubre de 2024”.
Agrega que “esto representa una disminución de casi 33% en las muertes por sobredosis relacionadas con opioides sintéticos en comparación con el mismo período del año anterior, según datos provisionales de los CDC, y podría deberse a la disponibilidad y accesibilidad de la naloxona”.
Según la evaluación, “las organizaciones criminales transnacionales con sede en México, como el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación, siguen siendo los principales productores y proveedores de drogas ilícitas, como fentanilo, heroína, metanfetamina y cocaína (…) para el mercado estadounidense”.
Es preocupante ver cómo la producción de fentanilo sigue creciendo sin control. Esto no solo afecta a quienes consumen la droga, sino que también pone en riesgo a toda la comunidad. Deberíamos poner más atención a este problema y buscar soluciones efectivas, porque la situación se está volviendo insostenible.