CIUDAD DE MÉXICO.- Un nuevo caso de maltrato animal generó una gran conmoción y rechazo en las redes sociales, luego de que a través de la plataforma X se viralizara un vídeo en el que un joven aparece tomando un gato de color blanco para luego arrojarlo al aire, supuestamente como parte de una “broma”.
Este clip fue compartido inicialmente en una de las historias de Instagram por el usuario Lalo_Olivares08, lo que provocó una inmediata reacción negativa entre sus seguidores, quienes al sentirse indignados por el acto, decidieron grabarlo para difundirlo en distintas plataformas, exigiendo justicia por el sufrimiento del animal.
Desde la cuenta lalo_olivares08, este sujeto compartió el momento en el que lanzó a un gato a una larga distancia, esto ocurrió en Monterrey
pic.twitter.com/vWGyXhsDd0
— apartadomex (@ApartadoMex) March 18, 2025
Tras la difusión del clip, y debido a la creciente ola de críticas y condenas que recibió, el joven optó por cerrar su cuenta para evitar más reacciones.
Hasta este miércoles, no se ha confirmado información adicional sobre el estado de salud del gato; sin embargo, internautas han mencionado que este incidente ocurrió en Monterrey, Nuevo León.
A pesar de que el individuo cerró sus redes, la indignación no ha cesado, ya que usuarios continúan exigiendo una pronta intervención de las autoridades, señalando la necesidad de que el responsable sea localizado y reciba las consecuencias legales correspondientes.
Es increíble que haya personas que piensen que hacerle daño a un animal es divertido. No entiendo cómo alguien puede reírse de eso. Los animales sienten y merecen respeto, no son juguetes para jugar y lanzar. Espero que este tipo de actitudes cambien y que la gente se dé cuenta de lo mal que está maltratar a los animales.
Es increíble que haya personas que piensen que maltratar a un animal es divertido. Lanzar a un gato por los aires no es una broma, es cruel y muestra una falta de respeto total hacia los seres vivos. Ojalá la gente empiece a entender que los animales merecen ser tratados con cariño y cuidado, no como objetos para hacer reír a otros.