
LA HABANA (AP).— Cuba batallaba ayer por la mañana para recuperar su generación de energía mientras millones de personas llevaban más de 24 horas sin luz, luego de un apagón masivo en la víspera.
Es el cuarto apagón generalizado del Sistema Energético Nacional en cinco meses, en el marco de la dura crisis económica que azota a la nación caribeña.
El apagón masivo se produjo anteayer después de las ocho de la noche (hora local).
El ministro de Energía y Minas, Vicente de la O, publicó en la red social X que una avería en una subestación de los suburbios de La Habana había causado la interrupción.
“Esto sí es fatal… Cuando iba a comenzar a cocinar y hacer unos espaguetis, se fue la luz. ¿Y ahora qué?”, dijo , a la AP Cecilia Duquense, ama de casa de 79 años que vive en la popular barriada del Centro Habana.
Muchas familias de Cuba preparan sus alimentos mediante equipos eléctricos y la falta de energía impacta también en el bombeo de agua. A causa del apagón, los alimentos se empezarán a descongelar en las neveras y, debido al clima tropical de la isla, es posible que se echen a perder.
“Nos preocupa mucho que (de extenderse el apagón) se echen a perder los alimentos”, dijo a la AP Frank García, trabajador de un mercado de 26 años residente en La Habana.
En las calles de La Habana, la capital del país, la gente realizaba las actividades habituales de sábado, incluso al anochecer podía verse a las personas sentadas en las puertas de sus hogares o conversando en las esquinas con sus vecinos.
Las personas compraban alimentos y los negocios estaban abiertos, aunque algunos operaban gracias a baterías o a pequeñas plantas de luz domésticas.
Los centros de provisión de combustible también estaban funcionando. El túnel que pasa por debajo de la Bahía de La Habana y conecta a la ciudad con la periferia se encontraba a oscuras. Había calma en la isla pese a las inquietudes de los residentes.
Es increíble que en pleno siglo XXI haya tantos apagones y que la gente tenga que lidiar con esto. La falta de luz no solo afecta la comodidad de la vida diaria, sino que también complica cosas básicas como la comunicación y la seguridad. Es hora de que se tomen medidas reales para solucionar este problema y no solo promesas vacías. La gente merece vivir sin estas molestias constantes.
Es increíble que en pleno siglo XXI sigamos viendo situaciones como esta. La falta de electricidad afecta a millones de personas y complica la vida diaria de todos. Es hora de que se tomen medidas serias para resolver estos problemas y garantizar un servicio básico como la luz. No se puede permitir que la gente viva así.