
BANGKOK, Tailandia.— Este domingo, más de 350,000 australianos permanecen sin electricidad en sus hogares debido a las inundaciones registradas en Queensland en las últimas 72 horas, mientras persiste el estado de alerta emitido por las autoridades, a la espera de nuevos embates relacionados con las intensas precipitaciones.
Solo en la ciudad de Gold Coast, unas 102,000 viviendas se quedaron sin energía a causa de los fuertes vientos generados por la tormenta tropical Alfred, que llegó como ciclón de categoría 2 y se degradó el sábado, justo cuando ingresaba al sureste de Australia, golpeando principalmente a Queensland y Nueva Gales del Sur, que alberga a la ciudad de Sídney.
La información la dio a conocer el alcalde de Gold Coast, Tom Tate, quien en una declaración televisada dijo que las condiciones siguen siendo peligrosas, por lo que insistió en el llamamiento a los habitantes para que se mantengan bajo resguardo o se movilicen hacia zonas altas mientras pasa el mal tiempo, especialmente a quienes residen cerca del mar.
Según prevé, las tareas de limpieza “serán la mayor recuperación de desastres en la historia de la ciudad“, que tiene numerosas calles bajo el agua, así como árboles caídos en las carreteras y un número indeterminado de daños en infraestructuras.
Pierde la vida en Nueva Gales del Sur
Las afectaciones se extienden hasta Nueva Gales del Sur, donde las autoridades encontraron el sábado el cuerpo sin vida de un hombre de 61 años que había desaparecido tras ser arrastrado por las aguas cuando intentaba cruzar un puente. Es, hasta ahora, la única víctima fatal de las inundaciones.
Más de 50 vuelos cancelados
La Oficina de Meteorología prevé que las condiciones empiecen a mejorar a partir del lunes, cuando solo algunas escuelas reabrirán sus puertas en Queesland, siguiendo la línea del aeropuerto regional, que retomó operaciones tras dos días cerrado en los que se cancelaron más de 50 vuelos, según la cadena pública ABC.
Efectos de Alfred
Los efectos de Alfred se comenzaron a notar el viernes en zonas costeras del sureste de Australia, donde se registraron olas de hasta 12.3 metros de altura y vientos fuertes.
El fenómeno meteorológico retrasó la posibilidad de conocer la fecha de las elecciones generales, que se especulaba iba a anunciarse este domingo.
Australia ha sufrido en los últimos años graves sequías, inundaciones e incendios forestales debido en parte al calentamiento global por el exceso de los gases de efecto invernadero en la atmósfera.
Es una pena ver a tanta gente sin luz y enfrentando inundaciones. La naturaleza puede ser muy dura y, aunque las autoridades están en alerta, a veces parece que no hay suficiente preparación para estos desastres. Ojalá se tomen medidas más efectivas para proteger a las comunidades y ayudar a quienes más lo necesitan en estos momentos difíciles.