
KIEV, Ucrania (AP).— Una docena de líderes de Europa y Canadá viajaron ayer a la capital de Ucrania para conmemorar el tercer aniversario de la invasión rusa, en una muestra de apoyo continuo de algunos de los aliados más importantes de Kiev a la nación en guerra.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, estaban entre los visitantes recibidos en la estación de tren por el ministro ucraniano de Exteriores, Andrii Sibiha, y el jefe de gabinete del presidente, Andrii Yermak.
En una publicación en X, Ursula escribió que Europa está en Kiev “porque Ucrania está en Europa”.
“En esta lucha por la supervivencia, no solo está en juego el destino de Ucrania. Está en juego el destino de Europa”, escribió.
Inquietud
Los funcionarios ucranianos y europeos ven con inquietud la actitud cordial del presidente estadounidense, Donald Trump, hacia el presidente ruso, Vladimir Putin, y sus duras palabras hacia el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, a quien en días pasados llamó dictador y sugirió que éste es culpable de la guerra.
Las autoridades estadounidenses también han indicado a Ucrania que sus esperanzas de unirse a la OTAN son poco probables y que probablemente no recuperará las tierras que ya ocupó el ejército ruso, que representan casi el 20% del país.
Las tropas de Putin avanzan de forma constante en el campo de batalla, mientras Ucrania sufre escasez de tropas y armas.
Los invitados, que incluían al presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, y a primeros ministros de países del norte de Europa y el presidente de España, preveían asistir a eventos dedicados al aniversario y hablar con Zelenski sobre un apoyo mayor a Ucrania.
El cambio en la política de Washington encendió alarmas en Europa, donde los gobiernos temen ser marginados por Estados Unidos en los esfuerzos por asegurar un acuerdo de paz y están considerando cómo compensarían cualquier recorte en la ayuda estadounidense a Ucrania.
Los cambios también han puesto presión sobre las relaciones transatlánticas.