
CIUDAD DE MÉXICO (El Universal).— El gremio veterinario realizó ayer una marcha y paro nacional para exigir justicia por el asesinato de su colega Héctor Hernández Cañas, ocurrido el 9 de febrero en Tultepec, Estado de México.
Con la consigna “Tus negligencias como propietario NO son mi responsabilidad como veterinario”, cientos de profesionales buscaban entregar un pliego petitorio en la Cámara de Diputados para frenar la violencia contra el gremio, ser incluidos en leyes de bienestar animal y obtener justicia para su colega asesinado tras un altercado con los dueños de una perra de la raza Yorkshire.
Médicos veterinarios, zootecnistas y personal de clínicas, vestidos de negro y con batas blancas, protestaron contra agresiones físicas, extorsiones y hostigamiento, además de denunciar linchamientos en redes sociales.
“¡Ni un veterinario más!” y “Ser veterinario no debería costarnos la vida” fueron las principales consignas.
Denunciaron que muchos propietarios llevan a sus mascotas en condiciones críticas y, al fallecer, culpan al personal médico, generando campañas de desprestigio.
La veterinaria Aída Álvarez Salas señaló que los veterinarios sufren “acoso, extorsión, daño en sus bienes y agresiones físicas”, derivadas del odio fomentado por organizaciones sociales que, según ella, se hacen llamar animalistas.
Afirmó que estos grupos promueven ataques a clínicas y médicos, lo que ha derivado en el aumento de agresiones y, en casos extremos, la muerte de profesionales como Héctor Hernández.
Representantes de asociaciones veterinarias buscan ser escuchados en la Cámara de Diputados para incluir en la Ley General de Bienestar Animal protecciones específicas para el gremio.
“No se vale este tipo de ataques que se están sufriendo en todos los estados; es una cuestión federal que nos afecta a todos los médicos veterinarios de la República Mexicana”, explicó.
Además, denunciaron que los ataques en redes sociales afectan la salud emocional de los veterinarios. “El médico veterinario no es su enemigo, es su amigo, es el médico que todos los días se levanta en las mañanas a cuidar perros”, destacaron.
Estos ataques, afirmaron, provocan depresión, ansiedad e incluso suicidios, generando un clima de miedo en la profesión, especialmente en zonas de riesgo y centros de control animal.
El médico Víctor Manuel Contreras señaló que “los ataques en redes sociales desprestigian al médico, acaban con años de trabajo honesto”, y advirtió que el crimen organizado en algunas zonas incrementa el riesgo para quien ejerce esta profesión.
Finalmente, el gremio exigió participar en la elaboración de leyes de bienestar animal con fundamentos científicos, y criticó a los grupos animalistas sin formación que, junto con partidos políticos, impulsan leyes sin sustento técnico.
Es increíble que en pleno siglo XXI tengamos que salir a marchar por algo tan básico como la seguridad en una profesión. La vida de las personas que cuidan a nuestros animales no debería estar en riesgo. Es triste ver que hay que exigir justicia de esta manera, cuando lo que se debería hacer es garantizar un ambiente seguro para todos.
Es increíble que tengamos que llegar a estas situaciones para que se escuche nuestra voz. La vida de un veterinario, o de cualquier profesional, no debería estar en riesgo por hacer su trabajo. Es triste ver cómo la gente tiene que salir a protestar para exigir lo que es justo. Todos merecemos trabajar en un ambiente seguro y sin miedo.
Es triste ver cómo la gente tiene que salir a protestar para que se escuchen sus demandas. La vida de los veterinarios debería ser valorada y protegida, y no deberían enfrentarse a situaciones tan peligrosas por su trabajo. Es una pena que tengamos que llegar a este punto para que se tomen en serio las cosas.