
Pedro Infante, el galán de la Época de Oro del cine mexicano vivió una torrida historia de amor con la yucateca Irma Dorantes, con quien se casó en Mérida.
Mérida, Yucatán.- Guapo, talentoso y dedicado a sus pasiones por el trabajo y la aviación, Pedro Infante besó muchas bocas y le cantó a muchas mujeres, pero fue con una yucateca con la que compartió sus últimos 7 años de su vida.

Fue Irma Aguirre Martínez, mejor conocida como Irma Dorantes fue la mujer con quien tuvo una hija con ella, se casaron y le mandó componer una canción que resumió su intensa historia de amor que, a pesar de los embates, no terminó ni con la repentina muerte del cantante.
Durante más de dos décadas Irma no pudo escuchar canciones ni ver películas de Pedro Infante, la tristeza por su muerte no le permitió hacerlo, Dorantes lo contó cuando regresó a la vida pública para presentar el libro “Así fue nuestro amor”, en el que cuenta el idilio con el gran amor de su vida.
¿Cuándo y como se conocieron Pedro Infante e Irma Dorantes?
Se conocieron al filmar una escena de la película “Los tres huastecos” (1948), en ese entonces ella tenía 13 años, dos años después comenzaron una relación que dio de qué hablar porque el actor le llevaba 17 años.
El flechazo entre ellos se dio en los foros, Pedro aún era un hombre casado y aunque su amor se vio ensombrecido por la demanda de María Luisa León, la exesposa de Pedro, ni eso pudo terminar con lo que ambos actores de la Época de Oro sentían.
Pedro Infante e Irma Dorantes: su historia de amor en Mérida con una yucateca
La canción “Nuestro amor” dejó en claro lo que el cantante de “Amorcito corazón” sentía por Irma, a quien cuidó y celó como un tesoro y a quien cariñosamente llamaba “ratón”: “Yo soy tuyo, solamente tuyo, no importa que el mundo no quiera que sea contigo feliz.
Tú eres mía como yo soy tuyo, si ayer nos quisimos hoy más nos queremos, así es nuestro amor”, dice una estrofa de la canción compuesta por Rubén Fuentes y Alberto Cervantes, la que Pedro grabó el 14 de junio de 1952.
“Yo te quiero, sólo a ti te quiero, y tú eres la dueña, la única dueña de mi corazón. Eres linda, con tus ojos verdes. El día que esos ojos no quieran mirarme pierdo la razón. Yo soy tuyo, solamente tuyo, no importa que el mundo no quiera que sea contigo feliz. Tú eres mía como yo soy tuyo, si ayer nos quisimos hoy más nos queremos, así es nuestro amor”, dice otro fragmento de la canción.
El triángulo amoroso de Pedro Infante e Irma Dorantes y María Luisa León
Irma Dorantes, el último amor de Pedro Infante, se vio envuelta en un escándalo, porque en julio de 1953, corrió la noticia de que Pedro Infante era un bígamo.
La prensa de la época informó a detalle el problema legal que puso en aprietos al actor, pues se decía que Infante estaba casado con dos mujeres, con su ex María Luisa León, y con Irma Dorantes, con quien tuvo una hija llamada Irma.
Y es que las notas de entonces señalaban que Pedro había caído en la bigamia, pues era un hombre que supuestamente estaba casado con dos mujeres al mismo tiempo.
Pedro se había casado con Irma sin haberse divorciado de María Luisa León, versión que Irma niega rotundamente, pues afirma que Pedro se divorció antes de llegar al altar con ella, lo que pasó después fue producto del enojo de la ex de Infante, quien logró anular el matrimonio de Pedro e Irma.
Además, Pedró ya había tenido 2 hijos con Lupita Torrentera, también durante su matrimonio con María Luisa.
Así fue la boda de Pedro Infante e Irma Dorantes en Mérida, Yucatán
Incluso, la pareja tuvo que esperar un año después del divorcio con María Luisa, para poder casarse por el civil en Mérida el 10 de marzo de 1952 e irse de luna de miel a Cozumel, donde volaron en la avioneta “El Ratón”, en honor a Irma, apodada así por Pedro porque le gustaba mucho el queso y tenía una voz chillona.
El actor y cantante acostumbraba a llevarle serenatas a la también actriz, pero una en particular fue memorable junto a Jorge Negrete, quien accedió a acompañar a Pedro a cantarle a Irma en su cumpleaños.
Pedro y Jorge le cantaron “Despierta”, del compositor Gabriel Luna de la Fuente, cuya romántica letra fue una prueba más del gran amor que Pedro Infante le profesó a “su ratón” Irma Dorantes; la letra dice:
“Despierta dulce amor de mi vida Despierta si te encuentras dormida Escucha mi voz vibrar bajo tu ventana. En esta canción te vengo a entregar el alma Perdona que interrumpa tu sueño Pero no pude más Y esta noche te vine a decir: Te quiero”.
Pedro Infante no le pidió matrimonio a Irma Dorantes, lo dio por hecho, le dijo que se iban a casar y así fue: el enlace matrimonial ocurrió el 10 de marzo de 1953. Ella tenía 19 años y el 36.
En Mérida, Pedro Infante e Irma Dorantes tuvieron una casa en la Avenida Itzáes, hoy hotel.
Desde 1945 que Pedro Infante estuvo en Mérida, en la Plaza de Toros, tuvo una fuerte conexión con la entidad, pues su personalidad sencilla y generosidad era arrolladora con todos los públicos.
¿Dónde fue su nido de amor?
Sin embargo, a pesar de tener casa en Mérida, construyeron una casa en Cuajimalpa, lugar que se convirtió en el nido de amor de la pareja, fue al gusto del cantante, tenía cine, una peluquería y un gimnasio muy bien equipado.
Cuentan que desde ahí, a través de una ventana que conectaba con la cocina, Pedro le pedía con frecuencia Irma que le preparara un cafecito.
Pedro le chiflaba a Irma para que le preparara su café batido, el cual la actriz preparaba en un jarrito mezclando Nescafé y sacarina, pues Infante no consumía azúcar porque era diabético.
Como fruto del amor entre Pedro Infante e Irma Dorantes, amor nació Irmita, la hija de ambos, una niña deseada y muy amada por sus padres, dos años despues de la boda que sería anulada a la postre.
La última llamada entre Pedro Infante e Irma Dorantes
Antes de que el avión de TAMSA en el que viajaría partiera, Pedro llamó por última vez a Irma por la mañana de ese mismo 15 de abril para decirle que ya se dirigía a la Ciudad de México, pero también para pedirle un favor especial.
Ninguno de los dos sabía esa sería la última conversación que mantendrían y fue como cualquier otra plática antes de abordar el aeroplano: rápida y sencilla.
“Ratona, ya me voy. ¿Me haces estofado, por favor? Vas por mí al aeropuerto”, habrían sido las palabras del Ídolo del Pueblo.
Irma Dorantes en entrevista para el programa Hoy
Ella aceptó sus peticiones como en cualquier otra ocasión, así que colgaron y ella se dirigió a comprar un conejo para preparar la comida de su marido.
Ya que había regresado, decidió llamar a TAMSA para saber qué noticias se tenían del vuelo en que estaba viajando el protagonista de “Tizoc”.
Fue en ese momento en que le dieron la noticia de que Pedro sufrió un accidente. Irma no lo podía creer, pues esperaba que llegara de Mérida, Yucatán.
La actriz no pudo volver siquiera a ver a Pedro Infante, pues le dieron la noticia de que el accidente había sido catastrófico y no sobrevivió.
Cuando ella llegó a Mérida no le permitieron ver el cuerpo de su pareja porque ya habían sellado el ataúd en donde sólo habían quedado unos pocos restos del sinaloense.
Para Irma fue un shock, pues aunque su matrimonio se había anulado, eso no cambió en nada el amor entre entre ellos, por el contrario, éste se fortaleció.
La trágica muerte de Pedro Infante en Mérida
Irmita, la pequeña quedó huérfana tras la tragedia que vivió el artista el 15 de abril de 1957, cuando su padre sufrió un accidente aéreo.
Irma Dorantes salió en el primer avión con destino a Mérida, iba a reunirse con Pedro muerto, después de que un fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación había anulado el matrimonio.
Le pidieron a Irma que por prudencia y para evitar el escándalo, no viajara en el mismo avión en el que fueron transportados los restos del artista hacia la Ciudad de México, Irma aceptó.
“Un avión carguero de la Tamsa se estrelló hoy en Mérida: Perecieron Pedro Infante, el capitán Vidal y el mecánico”, reportó el Diario de Yucatán, en su segunda edición que se imprimió el 15 de abril de 1957.
“El aparato, un tetra motor, cayó invertido en el patio trasero de una tienda en la calle 51 sur”, agregaba el texto central.

Tres automóviles iban atrás de la carroza fúnebre, en uno iba la familia Infante con Irma Dorantes, en otro iba la viuda legal Maria Luisa León y en el último, el Comité Ejecutivo de la ANDA.
Irma dorantes fue relegada tras la muerte de Pedro Infante
El fatal accidente que le arrancó la vida a Pedro dejó a Irma Dorantes en una difícil situación por el fallo de la Suprema Corte de Justicia amparando a María Luisa León de Infante en contra del fallo de divorcio dictado por un juez en el Estado de Morelos y reconociéndola a ella como la legítima esposa.
Es genial recordar historias de amor como la de Pedro Infante e Irma Dorantes, sobre todo porque nos muestran que incluso las estrellas más grandes tienen su lado humano. Sin embargo, a veces siento que estas historias se cuentan más por el chisme que por el verdadero sentimiento que había entre ellos. Sería bonito ver un enfoque más profundo, que capture no solo lo romántico, sino también los desafíos que enfrentaron.
Es bonito recordar historias de amor como la de Pedro Infante e Irma Dorantes. Sin embargo, a veces siento que nos quedamos solo en lo romántico y olvidamos las realidades de esas relaciones. Es genial que haya sido un galán, pero también es importante ver cómo esas historias pueden influir en la vida de las personas de manera más profunda.