BEIRUT.— La enviada especial adjunta de Estados Unidos para Oriente Medio, Morgan Ortagus, levantó ayer polémica por llevar un anillo con la estrella de David, símbolo del judaísmo, durante una visita oficial al Líbano, hasta hace apenas dos meses sumido en una guerra con Israel.
Medios libaneses e internautas detectaron la joya durante un apretón de manos de Morgan Ortagus al jefe de Estado del Líbano, Joseph Aoun, con quien se reunió en Beirut en el marco de su primer viaje internacional desde que fuera nombrada para el puesto por el nuevo presidente estadounidense, Donald Trump.
La funcionaria también desató una tormenta de críticas con sus palabras durante una rueda de prensa al término del encuentro con Aoun, en la que dio las gracias a Israel por “derrotar” al grupo chií Hezbolá y aseguró que Washington ha puesto “líneas rojas” a la influencia de dicha formación en el Líbano.
En septiembre pasado, después de casi un año de enfrentamientos de intensidad contenida con Hezbolá, Israel puso en marcha una cruenta campaña de bombardeos contra zonas de Líbano que motivó la mayor crisis de desplazados de su historia y disparó a más de 4,000 los muertos por la guerra en el país.
Presidenta del Líbano se desvincula
Tras la rueda de prensa de Morgan Ortagus, un grupo de manifestantes llevó al cabo una sentada frente al Aeropuerto Internacional Rafic Hariri de Beirut para protestar por sus declaraciones, mientras que la Presidencia del Líbano se desvinculó de lo que dijo desde el Palacio Presidencial.
“Parte de lo declarado por la enviada adjunta de Estados Unidos para Oriente Medio, Morgan Ortagus, desde Baabda expresa su punto de vista y la Presidencia no se relaciona con ello”, indicó la oficina de comunicación presidencial en un breve mensaje en la red social X.
Es increíble que alguien no piense en el impacto que puede tener usar un símbolo tan cargado en un país con tantas tensiones. No se trata solo de una joya, es un guiño a un conflicto que todavía duele a mucha gente. A veces, parece que las figuras políticas no tienen idea de cómo sus acciones pueden ser vistas en diferentes partes del mundo.