
CIUDAD DE PANAMÁ.- Este domingo, sectores populares y sindicales se manifestaron en Panamá en una “jornada patriótica” en rechazo a las amenazas de Donald Trump de recuperar el canal interoceánico y en contra de la presencia del secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, que se reunió esta mañana con el presidente panameño, José Raúl Mulino.
Los manifestantes, convocados por la Alianza del Pueblo Unido por la Vida, salieron en una marcha pacífica desde el céntrico Parque Porras hacia los predios de la Presidencia panameña, lugar de la cita entre Mulino y Rubio, pero preventivamente varios tramos de la vía hacia ese punto habían sido cerrados por la Policía y efectivos antidisturbios.
“¡Un solo territorio, una sola bandera!”, “¡Esta patria no se vende!”, “¡Panamá no está en venta!”, fueron algunas de las varias consignadas lanzadas por los participantes de la caminata entre los que había miembros del Sindicato Único Nacionales de Trabajadores de la Construcción y Similares (Suntracs).
A la altura de la Plaza 5 de Mayo, en las cercanías de la sede de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento), los manifestantes no pudieron avanzar por el cordón policial.
La situación derivó en la quema y pisoteo de imágenes de Trump y Rubio, al igual que en manifestaciones anteriores de los últimos días en las que también se realizaron acciones de reafirmación nacionalista a través de simbólicas “siembras de banderas” panameñas.
EE.UU. pretende recuperar el canal de Panamá
Este viernes se dieron enfrentamientos entre la Policía y estudiantes en los predios de la estatal Universidad de Panamá durante una protesta en defensa de la soberanía nacional.
Desde que asumió el pasado 20 de enero, Trump ha puesto en el punto de mira las relaciones con Panamá con sus amenazas de recuperar el control estadounidense sobre el canal en represalia por su denunciada influencia de China en la vía interocéanica y en los principales puertos del país, ante lo cual Mulino ha insistido a su vez en que el canal “es y seguirá siendo panameño.
Reunión de alto nivel

Mulino y Rubio sostuvieron un encuentro este domingo en plena disputa por el canal interoceánico, que Trump ha amenazado con “recuperar”.
Rubio, que se encuentra en Panamá durante su primer viaje como secretario de Estado, llegó al palacio presidencial de las Garzas, en el Casco Antiguo de la capital panameña, tras haber acudido a misa en la cercana iglesia de La Merced.
Tras el encuentro, el jefe de la diplomacia estadounidense tiene en su agenda una visita a las esclusas de Miraflores, en el canal, y una reunión con las autoridades de esa infraestructura.
El canal de Panamá une los océanos Atlántico y Pacífico, y por esa vía transita el 3 % del comercio mundial.
El canal fue inaugurado por Estados Unidos en 1914 y su control fue transferido a Panamá el 31 de diciembre de 1999, en virtud de los Tratados Torrijos-Carter firmados en 1977.
Panamá es la primera parada de una gira de Rubio por Centroamérica y el Caribe principalmente centrada en la inmigración, que también lo llevará a El Salvador, Costa Rica, Guatemala y República Dominicana.
Antes de partir de Panamá, el lunes Rubio verificará un vuelo de deportación de migrantes ejecutado por las autoridades migratorias panameñas a través de un acuerdo con Estados Unidos.
Es comprensible que la gente se sienta inquieta ante la visita de un alto funcionario de EE.UU., sobre todo en un clima donde hay amenazas sobre el canal. Las protestas son una forma válida de expresar el descontento. Sin embargo, es importante que las manifestaciones se conduzcan de manera pacífica y que la voz del pueblo se escuche de forma constructiva, sin caer en la violencia o en el desorden. Al final, la comunicación es clave para evitar malentendidos entre países.
La verdad es que es bastante preocupante ver cómo la gente tiene que salir a protestar por la visita de un funcionario extranjero. Esto demuestra que hay un malestar real en la población, y no es para menos, con las amenazas sobre el canal y todo lo que ha pasado en los últimos años. La soberanía de un país es un tema serio, y estas manifestaciones son una forma de que la gente haga escuchar su voz. Es fundamental que se respeten los intereses del país y que los líderes tomen en cuenta el sentir del pueblo.
Es bueno ver que la gente se expresa y defiende su soberanía. Las protestas son una forma de que las voces de los ciudadanos se escuchen, especialmente cuando hay preocupaciones sobre el control de recursos tan importantes como el canal. La participación ciudadana siempre es clave para que los líderes entiendan lo que realmente piensan y sienten sus compatriotas.