¿Han escuchado esa frase de la ‘Realidad supera a la ficción’? Pues más que nunca es verdad. La Universidad Tecnológica de Sidney diseñó un aparato que detecta los pensamientos de una persona y los transcribe. En pocas palabras: puede leer la mente.
Se trata de un casco que además de transcribir los pensamientos, permite dar órdenes y que una persona que comunique con el resto del mundo sin necesidad de decir una palabra. Cómo si se tratará de una película de ciencia ficción.
Cascos diseñados para leer la mente
La Universidad Tecnológica de Sidney ha estado trabajando por varios años en un aparato que pueda ‘leer la mente’ de las personas. El objetivo es ayudar a los pacientes con problemas de habla o aquellos con algún tipo de parálisis.
El prototipo es un casco portátil que funciona sin la necesidad de tener un dispositivo implantado en la cabeza. En lugar de eso, utiliza sensores que detectan la la actividad cerebral. Esos datos recabados son procesados por una IA que los traduce en palabras.
Científicos de la Universidad trabajaron durante mucho tiempo entrenando a la IA para asociar los datos con palabras y posteriormente oraciones. Según Rafael Yuste, profesor del Departamento de Biología de la Universidad de Columbia de Nueva York, “Se puede empezar a utilizar la nanotecnología para asistirles de manera que puedan mover el cuerpo, o los brazos y las piernas robóticas”.
Los peligros de leer la mente
Si bien, se busca usar este avance para ayudar y mejorar la calidad de vida de pacientes con distintos padecimientos ya se detectaron los primeros problemas. Durante las pruebas en ratones, los científicos lograron activar un sector de la corteza cerebral que hacía actuar al ratón como si viera una imagen que no era real, únicamente estaba en su cerebro. Digamos que alteraron su realidad.
Está situación implica un problema ético y social que no se habían planeado durante la investigación y que le da la oportunidad a externos de manipular la realidad de otras personas.
Sin embargo, no es el único problema, también el manejo de los datos recabados durante la investigación es otra incógnita a la que se han enfrentado los científicos. Hasta el momento no hay una ley que controle el uso y distribución de los mismos, lo que abre el debate de que se puede o no hacer público e incluso como utilizarlos.
Aún falta mucho tiempo de pruebas para perfeccionar el sistema, pero cada vez se hace más real la posibilidad de ‘leer la mente’, algo que hasta hace poco solo era posible en la ficción. ¿Qué piensan de este avance tecnológico, les asusta o emociona
