WASHINGTON.- La gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem, elegida por el presidente electo Donald Trump para ser secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, afirmó que buscará restablecer “Quédate en México“, programa para reducir la entrada de migrantes al país.
Por su parte, agentes estadounidenses colocaron este viernes alambres de púas en cruces fronterizos con la mexicana Ciudad Juárez y realizaron ejercicios de seguridad previo a la investidura presidencial de Donald Trump el próximo lunes.
Kristi Noem indicó hoy que trabajará con Trump para recuperar una iniciativa lanzada durante su primer mandato que requiere que los solicitantes de asilo permanezcan en México mientras sus casos son revisados en tribunales estadounidenses
Kristi Noem reactivaría “Quédate en México”
La gobernadora de Dakota del Sur dijo en su audiencia de confirmación en el Senado que “el presidente (Donald Trump) y yo hemos hablado extensamente sobre esto y me asociaré con él al 100% para restablecer la política de “Quédate en México” y asegurarme de que esté vigente”.
Aseguró que la nueva administración priorizará la deportación de inmigrantes que cometieron delitos.
Kristi Noem dijo que harán un mejor trabajo en la expulsión de personas que la administración Biden.
También reconoció el aumento del terrorismo interno y dijo que “vemos cada vez más incidentes en los que ciudadanos estadounidenses se han radicalizado”.
Gobernadora afirma que frontera EE.UU. y México es “zona de guerra”
“La principal amenaza para nuestra seguridad nacional es nuestra frontera sur” aseguró.
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En su audiencia calificó la situación en la frontera entre Estados Unidos y México como una “zona de guerra“, al explicar la razón de su decisión de enviar la Guardia Nacional a Texas en 2021.
En el primer mandato de Donald Trump (2017-2021), México aceptó recibir a deportados de otras nacionalidades y darles opciones de permanecer en el país a cambio de que Estados Unidos no impusiera aranceles a sus exportaciones.
EE.UU. despliega alambre de púas en la frontera
Según lo observó una periodista de la AFP, el despliegue de uniformados de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) se concentró en el puente internacional Paso del Norte/Santa Fe, que comunica con El Paso, Texas.
Derivado de estas acciones el cruce de vehículos en esta transitada frontera estuvo detenido por unos 40 minutos, mientras los funcionarios colocaron bloques de concreto y alambradas.
Ciudad Juárez es una de las principales puertas de entrada a Estados Unidos para migrantes que huyen de la pobreza, la violencia o la inestabilidad política en sus países.
CBP se prepara en caso que haya incidentes
La oficina del CBP en El Paso, aseguró que estos ejercicios iniciaron en 2019 y buscan que los agentes estén “preparados en caso de que haya un incidente que requiera respuesta y acción”.
Estas maniobras se han multiplicado a medida que se acerca el inicio del gobierno de Trump, aseguraron comerciantes de la zona.
El próximo presidente estadounidense ha amenazado en reiteradas ocasiones con la mayor deportación de migrantes indocumentados en la historia de Estados Unidos.
Yadira Martínez, usuaria del cruce internacional, dijo a la AFP que “es el segundo cierre que me toca esta semana”.
Esta localidad es también uno de los puntos habilitados por Estados Unidos para que migrantes que soliciten asilo obtengan una cita a través de la aplicación móvil CBP One, lo que les permite ingresar legalmente y contar con permisos de residencia y trabajo mientras reciben respuesta.
Biden asegura haber reducido cruces clandestinos
Según el gobierno del mandatario saliente Joe Biden, este mecanismo ha contribuido a reducir los cruces clandestinos, aunque Trump ha prometido que eliminará esta medida.
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Con la posibilidad de una deportación masiva, las autoridades de México han dicho que instalarán a finales de enero albergues temporales para recibir a sus ciudadanos.
Por su parte en Tijuana, fronteriza con San Diego, la alcaldía declaró esta semana una “emergencia” para liberar fondos que permitan atender la eventual llegada de expulsados.
El gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum ha advertido que recibirá solamente a deportados mexicanos, aunque el grueso de los migrantes es venezolano y centroamericano.