SANTIAGO.— Un niño de 11 años murió en Chile tras ser baleado mientras asistía a un partido de fútbol que terminó con un intercambio de disparos entre los jugadores, informaron el martes las autoridades.
Los hechos ocurrieron entrada la noche del lunes en la comuna de Peñaflor, en la región Metropolitana de Santiago, durante un encuentro futbolístico recreativo en el que había cerca de 20 personas desde las gradas.
Durante el partido se produjo “una pelea entre jugadores donde sacaron armas de fuego” y realizaron varios disparos, que alcanzaron al menor y a un hombre adulto, informó la ministra de Interior y Seguridad, Carolina Tohá.
Tras la agresión trasladaron al menor a un centro médico en las cercanías pero no resistió las graves heridas.
“Este crimen no quedará impune”, expresó Tohá a través de X, antes Twitter, y agregó que la Policía de Investigaciones está a cargo de la investigación y ya ha identificado a uno de los sospechosos de la balacera y busca a un segundo implicado.
“Nuestra conmoción y completo rechazo ante la trágica muerte de un niño de 11 años ocurrida durante la noche en la comuna de Peñaflor”, añadió la ministra.
La policía informó de que, además del niño, las balas también alcanzaron a un hombre, de 33 años de edad, quien recibió al menos siete disparos. El hombre se encuentra ingresado en un hospital en estado de gravedad aunque fuera de riesgo vital.
Las causas que llevaron al tiroteo aún son inciertas, por lo que las autoridades adelantan diversas diligencias y pericias en el local de los hechos, precisó el Equipo contra el Crimen Organizado y Homicidios de la Fiscalía chilena.
Es realmente triste y preocupante que ocurran cosas así en un lugar donde debería haber diversión y alegría. Un partido de fútbol, que debería ser un momento de convivencia, se convierte en una tragedia. La violencia no tiene cabida en el deporte, y menos cuando hay niños involucrados. Es un llamado a todos para que cuidemos a nuestras comunidades y busquemos formas de detener esta locura.
Es muy triste ver cómo algo que debería ser un momento de diversión y alegría, como un partido de fútbol, se convierte en una tragedia. La violencia parece estar metiéndose en todos los aspectos de la vida y lo más doloroso es que, a menudo, son los más inocentes quienes pagan las consecuencias. Es un llamado urgente para que se tomen medidas y se controle esta situación, porque no podemos seguir permitiendo que sucedan estas cosas.