En la presentación del Plan México, la presidenta Claudia Sheinbaum y el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, destacaron la creciente influencia de China en el comercio global y la necesidad urgente de fortalecer la economía de América del Norte. Ramírez de la O señaló que, mientras China ha aumentado su participación en el comercio internacional, el bloque de América del Norte, integrado por México, Estados Unidos y Canadá, ha visto una caída significativa en su relevancia económica.
Entre 2000 y 2023, China experimentó un crecimiento espectacular en su participación en el comercio global, subiendo del 1.8 por ciento al 13.6 por ciento, mientras que Norteamérica perdió terreno, pasando de un 19.8 por ciento a solo un 13.8 por ciento. Esta pérdida ha tenido consecuencias graves, afectando la industria, el empleo y la actividad económica en ambos países, especialmente en México y Estados Unidos.
El secretario de Hacienda también destacó que en el Producto Interno Bruto (PIB) mundial, Estados Unidos vio caer su participación del 30.3 por ciento al 26 por ciento en el mismo período, aunque logró una leve recuperación gracias a las políticas implementadas por el expresidente Donald Trump. Por su parte, México pasó de representar el 2.2 por ciento del PIB mundial al 1.4 por ciento, lo que refleja una disminución significativa en la contribución económica del país.
En contraste, China ha visto un crecimiento impresionante en su participación en el PIB global, pasando de un 2.6 por ciento en 2000 a un 17 por ciento en 2023. Este auge ha sido impulsado por una estrategia que prioriza la producción para exportación, restringiendo el consumo interno y aprovechando la demanda de otros países, especialmente en sectores industriales y manufacturas.
Con estas cifras en mente, el gobierno de México ha lanzado el Plan México, con el objetivo de posicionar al país entre las 10 principales economías del mundo. El plan se enfoca en recuperar empleos, reducir la dependencia de importaciones desde Asia, particularmente de China, e impulsar la industrialización regional. Se estima que si Norteamérica logra reemplazar el 10 por ciento de las importaciones provenientes de China por productos fabricados en la región, México podría ver un crecimiento adicional del 1.2 por ciento en su economía, mientras que Estados Unidos y Canadá también experimentarían incrementos en su actividad económica.