Fue una semana marcada por fenómenos extremos.
Comenzó con millones de personas en Estados Unidos soportando ventiscas y aire gélido que persistieron durante días, resultado de una corriente en chorro que se desvía con mayor frecuencia en la actualidad. Luego, llegó la catástrofe en California, con incendios forestales avivados por fuertes vientos y una sequía prolongada, convirtiéndose en los peores registrados en Los Ángeles.
Para cerrar, las principales agencias meteorológicas confirmaron que 2024 fue el año más caluroso en la historia global. Aún más significativo: cuatro de estas agencias declararon que fue el primer año completo en el que la Tierra superó el umbral crítico de calentamiento global establecido por el Acuerdo de París de 2015.
“Para la persona promedio, esto significa que los cambios que estás experimentando —clima extremo, costos crecientes, y amenazas a la seguridad alimentaria y del agua— no son anomalías. Son la nueva normalidad a menos que tomemos medidas”, advirtió Victor Gensini, profesor de meteorología en la Universidad del Norte de Illinois.
Lunes: Brotes de frío extremo
El Ártico, que se calienta cuatro veces más rápido que el resto del planeta, provoca cambios en la corriente en chorro y el vórtice polar, lo que resulta en inviernos más fríos a pesar del calentamiento global.
En Kansas, cayó más nieve en un solo día de lo que usualmente se registra en un año, mientras que en Kentucky, árboles cubiertos de hielo derribaron líneas eléctricas. En Washington, un esquiador olímpico fue visto entrenando en el National Mall.
Los agricultores enfrentaron problemas para proteger a su ganado de las bajas temperaturas, y carreteras rurales se volvieron intransitables. En Cincinnati, unas 200 personas sin hogar buscaron refugio en una pista de patinaje para evitar hipotermia y congelación.
Martes: Incendios forestales en California
En el oeste, los vientos de Santa Ana, con ráfagas de hasta 100 millas por hora, intensificaron el incendio de Palisades, que se extendió rápidamente por las montañas de Santa Mónica. El fuego llegó cerca del Museo Getty y destruyó viviendas de figuras públicas como Billy Crystal, Mandy Moore y Jhené Aiko.
Los megaincendios de California son el resultado de condiciones agravadas por el cambio climático: lluvias previas que promovieron el crecimiento de vegetación, seguidas por una sequía que la secó, creando un combustible perfecto para las llamas.
Miércoles: Fallas en el sistema de agua
El sistema de agua para combatir el incendio en Palisades colapsó por la mañana debido a la sobrecarga en los hidrantes. Esto, junto con la falta de apoyo aéreo por los fuertes vientos, permitió que al menos 1,000 edificios fueran consumidos por el fuego.
Otro incendio, el Sunset Fire, amenazó Hollywood, provocando evacuaciones obligatorias.
Jueves: Avances limitados y destrucción
El jueves, vientos más calmados permitieron algún avance contra los incendios. Sin embargo, al menos cinco focos permanecían activos y fuera de control. Equipos de rescate encontraron cuerpos entre los escombros, y la destrucción económica preliminar fue estimada en 57,000 millones de dólares por AccuWeather.
Al mismo tiempo, otra tormenta invernal azotó el sur de Estados Unidos, afectando a al menos 20 estados.
Viernes: El año más caliente registrado
El viernes, se confirmó que 2024 fue el año más cálido en los registros históricos, superando el límite de 1.5 °C de calentamiento global establecido en el Acuerdo de París.
“Cada vez más, el impacto del cambio climático está afectando a millones al mismo tiempo. Las pérdidas aumentan, y la negación de la realidad se convierte en un problema psicológico”, explicó Barbara Hofer, profesora emérita de psicología en el Middlebury College.
Alerta sobre el cambio climático
Los expertos advierten que el cambio climático está transformando rápidamente el mundo. Sin embargo, las políticas climáticas en Estados Unidos enfrentan un desafío significativo con la administración entrante, que ha prometido reducir los esfuerzos federales en esta área.
“La negación y la desinformación son obstáculos que debemos superar para abordar esta crisis”, concluyó Hofer.
Es preocupante ver cómo el clima extremo se vuelve algo común. Estos fenómenos no solo afectan a las personas, sino también a la naturaleza y a muchas comunidades que pierden sus hogares. Es evidente que necesitamos tomar medidas serias para proteger nuestro planeta, porque dejarlo pasar solo empeorará las cosas en el futuro.