CIUDAD DE MÉXICO.— La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo admitió que, durante el mandato del ahora exembajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, se registraron desencuentros en temas clave, aunque afirmó que estos no afectaron la relación bilateral entre ambos países. Claudia respondió así a las recientes declaraciones de Salazar, quien aseguró en su despedida que no se arrepiente de ninguna de sus acciones como diplomático.
Entre los puntos de fricción, Claudia destacó la postura de Salazar sobre la reforma al Poder Judicial en México.
“Un día lo aplaudió y otro día lo reprobó. Entonces no sabíamos realmente cuál era su posición”, comentó. Añadió que, si bien la relación bilateral abarca temas fundamentales como el tratado comercial, el embajador no debía opinar sobre asuntos internos de México. Según Claudia, este tipo de intervenciones no son comunes entre embajadores, y aunque Canadá expresó su postura sobre la misma reforma en un principio, posteriormente cesó sus comentarios al respecto.
Otro momento crítico ocurrió cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador decidió pausar la relación con Salazar tras la detención de un narcotraficante en Sinaloa. Claudia Sheinbaum señaló que no quedó clara la participación de Estados Unidos en el operativo y cuestionó el alcance de su injerencia.
“El tema central es cómo fue que lo detuvieron y hasta dónde llegó la participación de Estados Unidos”, declaró.