
Tras la ceremonia de apertura, el domingo 8 de diciembre por la mañana, la catedral Notre-Dame de Paris celebró su primera misa desde el incendio que la devastó en 2019. Asistieron el presidente Macron y 150 obispos, así como sacerdotes de las 106 parroquias de París, con acceso solo por invitación. Y una segunda misa, abierta al público, tuvo lugar por la tarde.
La restaurada catedral Notre Dame de París celebró este domingo 8 de diciembre su primera misa ante una audiencia de dirigentes políticos y religiosos, al día siguiente de su reapertura oficial y cinco años después del devastador incendio que conmocionó al mundo.
“Esta mañana se borra la pena del 15 de abril de 2019”, declaró el arzobispo de París, Laurent Ulrich.
Es “un día muy especial en el que la catedral de París recobra su esplendor, como nadie lo había conocido antes”, añadió ante unas 2,500 personas en la catedral renovada.
Al igual que el día anterior, varios jefes de Estado estuvieron presentes el domingo, entre ellos el presidente francés, Emmanuel Macron.
También su pudo ver en el lugar a el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, el de Ucrania, Volodímir Zelenski, o el príncipe Guillermo de Gales, entre otros.
También asistieron 150 personas que viven en condiciones precarias, a las que luego se invitó a comer, 150 obispos, y un sacerdote de cada una de las 106 parroquias de París y de las siete iglesias católicas de rito oriental.
Macron, que pronunció un discurso en el interior de la catedral el sábado, no comulgó, respetando la separación de la Iglesia y el Estado en Francia.
“Hoy es para nosotros”
Tras la reapertura de la iglesia, un número menor de personas acudió el domingo para ver la misa a través de pantallas gigantes colocadas frente al monumento.
“Lloré mucho hace cinco años porque estaba en llamas“, admitió Monique Kashale, de 75 años, quien vino de Kinshasa, República Democrática del Congo, para asistir al evento.
El devastador incendio del 15 de abril de 2019, día de la celebración de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, conmocionó al mundo.
“Ayer fue para los políticos, pero hoy es para nosotros, el pueblo. Para que agradezcamos al señor”, añadió.
En el interior de la catedral, Patrick Orhand, un voluntario de 68 años, acudió para “homenajear a todas estas personas que pusieron toda su energía para restaurar Notre Dame”, indica El Economista.
Hasta el próximo fin de semana, la diócesis organiza una semana “octava” con dos misas diarias, a las 10:30 y a las 18:30 locales.
Un momento culminante de la semana será el regreso el viernes de la corona de espinas a Notre Dame.