TIRE, Líbano.— Miles de libaneses desplazados por la guerra entre Israel y los militantes del grupo político-paramilitar Hezbolá regresaban ayer a casa, al tiempo que se mantenía un cese del fuego y los automóviles cargados de pertenencias personales desafiaban las advertencias de las tropas libanesas e israelíes de mantenerse alejados de ciertas áreas.
Si se mantiene, el cese del fuego pondría fin a casi 14 meses de combates entre Israel y Hezbolá, que se intensificaron a mediados de septiembre en una guerra total y amenazaban con arrastrar a Irán, patrocinador de Hezbolá, y a Estados Unidos, el aliado más cercano de Israel, a una conflagración más amplia.
El acuerdo no aborda la guerra en curso en la Franja de Gaza, donde ataques israelíes perpetrados anoche contra dos escuelas convertidas en refugios en la Ciudad de Gaza causaron la muerte de 11 personas, incluidos cuatro niños, según funcionarios hospitalarios.
Israel dijo que un ataque tenía como objetivo a un francotirador de Hamás y el otro a militantes escondidos entre civiles.
La tregua en el Líbano daría un respiro a los 1.2 millones de libaneses desplazados por los combates y a las decenas de miles de israelíes que huyeron de sus hogares a lo largo de la frontera.
“Fueron 60 días desagradables y feos”, dijo Mohammed Kaafarani, de 59 años, desplazado de la aldea libanesa de Bidias. “Llegamos a un punto donde no había lugar donde esconderse”.
El acuerdo, mediado por Estados Unidos y Francia, y aprobado por Israel el anteanoche, exige una pausa inicial de dos meses en los combates y requiere que Hezbolá ponga fin a su presencia armada en el sur del Líbano, mientras que las tropas israelíes deben regresar a su lado de la frontera.
Miles de tropas libanesas adicionales y cascos azules de la ONU se desplegarían en el sur, y un panel internacional encabezado por Estados Unidos supervisaría el cumplimiento.
Israel dice que se reserva el derecho de atacar a Hezbolá si este viola los términos del acuerdo.
La oficina del primer ministro Benjamin Netanyahu dijo que las tropas arrestaron a cuatro operativos de Hezbolá, incluido un comandante local, que entró en lo que se refirió como una zona restringida.
También señaló que se había ordenado a las tropas impedir que las personas regresaran a las aldeas cerca de la frontera.