TOKIO, 23 de noviembre de 2024 (AP)— La policía pensaba que un ladrón de zapatos andaba suelto en un kínder en el suroeste de Japón, hasta que una cámara de seguridad captó al culpable.
Una comadreja roba zapatos
Una comadreja con un pequeño zapato en el hocico apareció en las imágenes después de que la policía instaló tres cámaras en la escuela en la prefectura de Fukuoka.
#Japon Dans une école maternelle de Fukuoka, de nombreuses paires de chaussures d'intérieur ont disparu. L'incident a été signalé à la police, qui a installé des caméras et a pu identifier le voleur, toujours en fuite.@Johnny_suputama pic.twitter.com/99EGp1mkhq
— AsieNews (@AsiaNews_FR) November 18, 2024
“Es grandioso que no haya sido un ser humano”, expresó el subjefe de policía Hiroaki Inada a The Associated Press.
Los maestros y padres de familia tenían miedo de que se pudiera tratar de una persona perturbada con un fetiche por los zapatos.
En Japón se acostumbra quitarse los zapatos antes de entrar a una casa.
Una comadreja roba zapatos: 22 mocasines blancos, su botín
Los zapatos desaparecidos eran todos mocasines que los niños usaban en interiores, los cuales estaban almacenados en casilleros cerca de la puerta.
Se sabe que las comadrejas acumulan objetos y las personas que tienen comadrejas como mascotas les dan juguetes para que puedan esconderlos.
La comadreja esparció los zapatos por doquier y robó 15 mocasines antes de que llamaran a la policía.
Al día siguiente se llevó seis más. La comadreja regresó el 12 de noviembre para robar un zapato más. Fue entonces cuando fue captada por la cámara.
La comadreja aficionada a los mocasines solo tomó los zapatos blancos de lona para interiores, probablemente porque son más ligeros.
“Nos sentimos tan aliviados”, dijo Yoshihide Saito, director del kínder Gosho Kodomo-en, a la emisora japonesa RKB Mainichi Broadcasting.
Los niños se rieron mucho cuando vieron a la comadreja en el video.
Aunque los calzados robados nunca fueron encontrados, los zapatos restantes ahora están seguros en el kínder, después de que se instalaron redes sobre los casilleros.
La comadreja, que se cree que es silvestre, continúa suelta.