Como lo hacemos nosotros, los ríos del planeta también respiran. Es un proceso complejo que, de acuerdo a los especialistas, nos revela uno de los grandes misterios de la existencia.
Y es que los ríos mantienen la vida, son necesarios para todos los organismos, y gracias a la cantidad de nutrientes que transportan sostienen a los humedales, a los bosques y a cuantiosos hábitats terrestres.
De acuerdo a la Comisión Nacional del Agua, nuestro país cuenta con al menos 53 ríos que conforman 663 mil kilómetros que están conectados con los océanos. Estas cifras nos invitan a reflexionar sobre la importancia de estos grandes ojos de agua y la necesidad de cuidarlos y mantenerlos vivos.
A propósito de esto, recientemente un grupo de científicos ha investigado los pormenores de los procesos orgánicos de los ríos y el hallazgo es sorprendente, aunque sean grandes o pequeños, todos absorben oxígeno, casi de la misma manera en la que lo hacemos los humanos.
Hay que destacar que este estudio puede ser clave para obtener más obtener más información sobre el ciclo global de carbono, el estado del agua y los efectos del cambio climático en nuestros ecosistemas.
Pero ¿Cómo respiran los ríos?
Desde hace unos años, los científicos del Labororatorio Nacional del Noreste del Pacífico se han acercado a diversos ríos a lo largo de Estados Unidos y Canadá para comprender de qué maneras estos afluentes de agua absorben y liberan gases.
Para su último estudio, este grupo de expertos se centró en la cuenca del Río Columbia, ubicado en la frontera norte, entre los estados de Washington, Oregón y Columbia Británica.
Este sitio es famoso, entre otras cosas, por los bosques verdes y los desiertos que lo rodean, un grupo de hábitats que posibilitan comprender cómo interactúan los ríos con su entorno.
Durante esta investigación en particular, se descubrió que el Río Columbia (y todos los del mundo), respiran. Están en un flujo que los obliga a expulsar e ingresar dióxido de carbono y una buena colección de gases de efecto invernadero a la atmósfera.
Un ciclo respiratorio muy particular
Este movimiento involucra a dos elementos, el carbono y el oxígeno, que juntos generan la energía suficiente para nutrir a una buena cantidad de seres vivos. Sus exhalaciones la realizan gracias a las algas y bacterias que son esenciales para mantener con vida los hábitats.
Sí, los ríos inhalan y exhalan, sólo que a diferencia de nosotros, que lo hacemos a través de nuestros pulmones y nariz, ellos lo hacen gracias a los organismos que viven dentro y a la gran cantidad de materia orgánica que se genera, por ejemplo, gracias a la descomposición de las algas.
Por otro lado, no todos los cuerpos de agua respiran igual. Algunos lo hacen más que otros, sobre todo los que tienen más sedimentos, es decir esas particular dispersas en el agua que se generan gracias a la erosión del suelo y a la descomposición de algunas plantas.
También se descubrió que si hay rocas, la respiración es mucho más profunda.
En este flujo también participan los microbios, que se alimentan de materia orgánica y son los que más que oxígeno aportan a los ríos. Son como un combustible que atrae dióxido.
Además, ayudan a mejorar la calidad del agua y a que las especies que viven dentro puedan conseguir los nutrientes que necesitan.
El cambio climático y los ríos
Los ecosistemas fluviales intercambian gases de efecto invernadero, y son particularmente vulnerables a la contaminación, y por supuesto a los cambios que se han generado en los últimos años por el cambio climático.
Uno de los desafíos más grandes que enfrentan los ríos son los incendios forestales, que debido al cambio de temperaturas son cada vez más frecuentes.
Cuando hay un incendio, el material que entra en los arroyos se transforma y esto trastoca todo el proceso y pueden generar que los organismos vivos dejen de respirar.
Finalmente, también se llegó a la conclusión que el agua y el cambio climático están íntimamente ligados.
En los últimos años se ha visto la transformación en los patrones de precipitación, de la composición de los glaciares, de los aumentos del nivel del mar y de las sequías alrededor del mundo; todos estos factores influyen directamente en la calidad de nutrientes que los ríos transportan y gracias a los cuales respiran.
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Cuidar los ríos y los ecosistemas es responsabilidad de todos y sin duda, con esta información, ya se pueden generar estrategias para mantenerlos con vida y no alterar sus complicadísimos procesos químicos.