El papa Francisco instó a la comunidad internacional a que “no se deje a los ucranianos morir de frío” ante la llegada del invierno y la falta de energía y ayuda alimentaria, al término del rezo dominical del Ángelus.
“Hago un llamamiento para que no se deje morir de frío a los ucranianos. Cesen los ataques aéreos contra la población civil, que siempre es la más afectada”, rogó el pontífice.
“Basta de matar inocentes”, añadió ante los miles de fieles reunidos en la plaza de San Pedro para escuchar sus palabras.
Francisco se reunió el pasado viernes con el presidente ucraniano, Volodomir Zelenski, y un día antes con el jefe de la Iglesia greco-católica de Ucrania, Sviatoslav Shevchuk, quien le alertó que 6 millones de ucranianos se podrían quedar “sin alimentos” y sujetos al frío en los próximos meses.
En su encuentro, el papa y Zelenski abordaron de nuevo la guerra de Ucrania, conflicto en el que el Santa Santa ha estado implicado en la búsqueda de una resolución, así como en tareas de mediación, lo que ayudó a que este año Rusia liberara a dos curas presos de la Iglesia greco-católica de Ucrania.
El Gobierno de Ucrania instó la pasada semana a su población a estar preparada para cualquier escenario ante la llegada de los meses fríos del año dado que el país sufre continuos ataques del Ejército ruso sobre sus infraestructuras, pues en invierno, las temperaturas oscilan entre -4,8°С y 2°C en el país del este europeo.
Con información de EFE
El Papa Francisco ruega a todos que no dejen a los ucranianos congelarse y pasar hambre. Ah, pero claro, eso no es importante, ¿verdad? Mejor preocupémonos por cosas más relevantes, como las últimas noticias de los famosos. ¡Qué importa si millones de personas sufren!
Unos 6 millones de ucranianos pasarán hambre y frio por la guerra. El Papa interviene y pide ayuda para que no se mueran de frío.
¡Vaya problemas tienen los ucranianos! ¡Se quedarán sin comida y pasarán frío! El Papa Francisco ha pedido a los demás países que no los dejen morir así. Ojalá alguien los ayude y les mande una bufanda bien calentita. ¡No me gustaría estar en su lugar!