CIUDAD DE MÉXICO (EFE).— La presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, festejó “en grande” con legisladores electos de su coalición tras recibir ayer jueves la constancia que acredita su triunfo en el Tribunal Electoral, y avisó que su poder en el Congreso y la elección de jueces también son un “mandato popular”.
Claudia congregó a miles de personas en el Teatro Metropólitan, en el centro de la capital, donde reiteró que dará continuidad a los principios de Morena.
Asimismo, señaló que el 1 de octubre, cuando asuma la presidencia, detallará los 100 puntos principales de su gobierno, entre los que adelantó un impulso a las reformas constitucionales del presidente saliente, López Obrador, en particular, la reforma para transformar el Poder Judicial y elegir por voto popular a jueces y a la Suprema Corte.
“A nuestros legisladores les corresponderá aprobar, en el corto plazo, las reformas enviadas por el presidente de la República”, resaltó frente a los integrantes de la próxima Legislatura, en la que el oficialismo tendrá, a partir del 1 de septiembre, una “supermayoría” para reformar la Constitución sin obstáculos. Claudia enfatizó que “lo que debe estar claro es que la elección de los ministros, magistrados y jueces es un mandato popular”.
“Hay un mandato popular de mejorar la justicia para los mexicanos y mexicanas”, dijo la futura mandataria.
En ese sentido, se dirigió a los empresarios e inversionistas nacionales y extranjeros sobre la polémica reforma que ha desatado críticas e incluso avisos de paro en el Poder Judicial.
“No tienen de qué preocuparse, todo lo contrario, tendrán la garantía, ahora sí de una verdadera independencia y autonomía el Poder Judicial y del Estado de derecho”, afirmó.
Mientras que a los trabajadores judiciales les volvió a prometer que “se respetarán sus derechos laborales”. Añadió que los legisladores “están haciendo una propuesta” de reforma que considere los recientes foros públicos.
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