Muchos tenemos la creencia de que no hay perros ni mascotas en general que sean malas, lo malo es el dueño o dueña que les toca. Un ejemplo perfecto de esto es Nuggi, un perro que murió por culpa de una mujer irresponsable que lo dejó llegar a un punto de obesidad mórbida.
Así como lo acabas de leer, Nuggi perdió la vida por ser tan obeso, al grado de resultar imposible hacer algo por su salud. Aquí va esta triste (y bastante cruel) historia de maltrato animal.
Nuggi, el perro con obesidad que murió por culpa de su dueña
Para conocer esta historia tenemos que viajar hasta el lejano poblado de Manurewa, en la ciudad de Auckland, Nueva Zelanda. Hasta allá vivía la mujer que tenía en su propiedad a Nuggi.
El problema es que el perro presentaba obesidad mórbida, pues su peso para nada correspondía al de una mascota, Basta ver la fotografía de Nuggi para entender lo grave que era su situación.
Dada la condición del perro, la Sociedad Real de Nueva Zelanda para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales (SPCA, por sus siglas en inglés) consiguió una orden de allanamiento para ingresar a su propiedad y rescatar a la mascota.
“Los agentes de control de animales observaron que en los 10 metros que Nuggi tuvo que caminar desde la propiedad hasta el automóvil, tuvo que detenerse tres veces para recuperar el aliento. También dijeron que sus piernas parecían estar colapsando bajo el peso de su enorme cuerpo“, señala la SPCA en un boletín donde relataron el caso y la obesidad que sufría el perro.
El perro presentaba distintos padecimientos a causa de la obesidad y murió
Nuggi fue llevado por personal de la SPCA hasta un refugio de animales de Auckland, junto a otros perros que la mujer también tenían en malas condiciones. Hicieron lo posible, pero finalmente el perro murió por la terrible obesidad con la que vivía.
“Era tan obeso que no era posible escuchar su corazón con un estetoscopio porque el sonido no podía penetrar la grasa. Sus uñas estaban demasiado largas y tenía muchas verrugas en la piel. También tenía conjuntivitis”, señalaron.
“Nuggi era, sin duda, uno de los animales más obesos que hemos conocido. Vemos a diario animales con bajo peso, hambrientos o desnutridos, pero es igualmente desgarrador ver a un animal indefenso que ha sido severamente sobrealimentado”, dijo al respecto Todd Westwood, director de la SPCA
Tras dos meses de cuidados por parte de la SPCA, Nuggi perdió casi 9 kilos de peso, pero murió por una hemorragia aguda a causa de una masa rota en su hígado. La necropsia del perro con obesidad reveló que también tenía una enfermedad hepática y el síndrome de Cushing, el cual se produce por tener exceso de cortisol en el cuerpo.
La dueña del perro con obesidad fue sentenciada a prisión… ¡Solo dos meses!
Triste, neta muy triste la historia y muerte del pobre Nuggi. Pero lo más triste es que la sanción que recibió la dueña del perro fue ridícula.
La mujer intentó defenderse cuando la SPCA la torció, diciendo que nada más alimentaba a su perro con 8 piezas de pollo al día y unas galletas para perros. Juraba que sí lo sacaba a hacer ejercicio, lo que obviamente era mentira.
No sabemos cómo anden las leyes de protección animal en Nueva Zelanda, pero oye, a pesar de lo que le hizo a su mascota, ¡solo le dieron dos meses de prisión! Fue sentenciada por el Tribunal de Distrito de Manukau el pasado 24 de julio, lo que significa que estará libre a finales de septiembre. Es decir, ya mero.
También le impusieron una multa de $1,222 dólares neozelandeses, y le prohibieron tener mascotas por 12 meses. No sé tú, pero por acá nos suena a un “¡Pero que no se vuelva a repetir ehhh!”, ¿Apoco no?
Nuggi, más que la de un perro con obesidad, es la historia de una mujer irresponsable que en unas semanas quedará libre y en un año podrá tener una nueva mascota a pesar de causarle la muerte a un lomito inocente.
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