CIUDAD DE MÉXICO (AP).— La principal cadena de tiendas de conveniencia de México anunció el viernes que reabrirá 191 establecimientos en Nuevo Laredo, colindante con Laredo, Texas, que había cerrado la semana anterior debido a amenazas de cárteles de la droga.
Femsa, el corporativo detrás de Oxxo, indicó en un comunicado que a partir del viernes reabrirían de forma paulatina todos los locales de la cadena Oxxo y siete gasolineras de esa región tras acordar con las autoridades el aumento de la vigilancia policial con patrullas “continuas” alrededor de los locales y la instalación de botones de pánico para enviar señales de emergencia a la policía.
Los cierres de los Oxxo ejemplifican cómo incluso las grandes empresas en México están siendo víctimas de extorsiones por parte de grupos criminales, que demandan pagos a cambio de protección o información.
Femsa había declarado a inicios de esta semana que era un asunto que llevaba tiempo enfrentando, ya que se le exigía a sus gasolineras la compra de combustible a distribuidores específicos.
No obstante, el punto de quiebre llegó cuando integrantes de un cártel secuestraron a dos empleados de las tiendas, exigiendo que actuaran como observadores o proporcionaran información a la organización criminal.
“Tuvimos incidentes en las tiendas que involucraron demandas de información para diversos propósitos, incluso mantuvieron retenidos a dos colaboradores con dicha exigencia”, había informado Roberto Campa, director de asuntos corporativos de Femsa, a la prensa local.
Este tipo de comercios son muy usados y populares entre diversas personas en todo el país, lo que lleva a los grupos criminales a verlos como puntos de interés para monitorear las actividades de policías, militares o cualquier potencial enemigo o víctima.
Durante mucho tiempo, la violencia de los cárteles en México se ha centrado en negocios más pequeños, cuyos propietarios son fácilmente secuestrados o contactados por criminales para extorsionarlos. Sin embargo, Femsa es la mayor embotelladora de refrescos de América Latina y cotiza en la Bolsa Mexicana.
Nuevo Laredo ha sido controlado por el Cártel del Noreste, una escisión del antiguo cártel de Los Zetas. Sin embargo, este problema ha comenzado a afectar a grandes empresas en todo el país; sectores como la agricultura, pesca y minería han sido acosados por miembros del crimen organizado que buscan tomar el control de estas industrias.
El lunes, Julio Almanza, presidente de la federación de cámaras de comercio de Tamaulipas, expresó en una entrevista televisiva su preocupación por el alto nivel de extorsiones existentes en esa región del noreste mexicano. Al día siguiente, fue asesinado a tiros frente a sus oficinas en Matamoros.
“Estamos siendo rehenes de extorsiones, somos rehenes de bandas delincuenciales”, declaró Almanza en una de sus últimas entrevistas.
De un vistazo
Un “deporte nacional”
En su última entrevista, Julio Almanza indicó que el cobro de piso “prácticamente se ha vuelto un deporte nacional en Tamaulipas”.
Datos de la Cámara Americana
Esta semana, la Cámara de Comercio de Estados Unidos, que agrupa a grandes empresas mexicanas, estadounidenses o multinacionales, publicó una encuesta a sus miembros donde el 12% de los encuestados afirmaron que “el crimen organizado ha tomado el control parcial de la venta, distribución y/o precios de sus productos”.
Esta nota Establecimientos reanudan labores en Nuevo Laredo tras asedio apareció primero en Diario de Yucatán.