Permítame hacer un comentario alrededor de estas declaraciones de los diputados Brahms y Ricalde y otros más que defienden a capa y espada las modificaciones al artículo 186 BIS del Código Penal del estado de Quintana Roo. Conocida como la Ley Brahms, esto por el apellido del diputado Guillermo Andres Brahms Principal promotor de esta iniciativa.
Y es que parece que aquí si aplica la frase, de que no se han dado cuenta, que no se han dado cuenta, y en este caso, de lo que dicen los empresarios ….
Vamos a aclarar algo a los diputados de la XVII legislatura…. Nadie, y repito enfáticamente, nadie, ni los empresarios, ni la sociedad civil, ni los comunicadores o incluso la misma gobernadora Mara Lezama, han dicho o manifestado que este bien, el que alguien maneje bajo los influjos del alcohol.
También es un error el señalar que alguien esté en contra de la intención de disminuir la incidencia de que alguien conduzca bajo los efectos del alcohol como parte de un delito.
Señores diputados, atención, paren las orejas. El fondo de la iniciativa todos lo entendemos y estamos de acuerdo.
Pero lo que parece que no entienden ustedes es que las críticas de empresarios, comunicadores, sociedad civil, hoteleros, etc.… No están enfocadas en el fondo de la iniciativa, porque hay que decirlo, lo que se cuestiona y muy duramente es la forma. Recuerden que más mal hace el bien mal hecho que el mal en sí…..y que el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones.
En lo que todo mundo coincide, se manifiesta, dice, y argumenta, es que las modificaciones como están, generarán un caldo de cultivo de corrupción, y que nunca van a llegar a verse las sanciones a los infractores que conduzcan alcoholizados, porque estos, pagarán la mordida, al funcionario público para evitar tener que ir a la cárcel, y los que harán su agosto serán, policías de tránsito, seguridad pública, médicos legistas, etc. Por consiguiente, será una falacia el argumentar que se va a disminuir o desalentar el conducir bajo los efectos del alcohol en el estado.
Ya que hoy por hoy no se cuenta con la tecnología ni con las instituciones que estén blindadas para evitar estos actos de corrupción en Quintana Roo.
Así que dejen de rasgarse las vestiduras, y acérquense a aquellos que los eligieron, es decir, la ciudadanía. y siéntense con la gente que está objetando esta ley, hagan las modificaciones pertinentes o den marcha atrás o adecuen esta u otra ley para obtener realmente los resultados que se buscan que es el inhibir real y eficazmente el que alguien conduzca bajo los efectos del alcohol en Quintana Roo.