WASHINGTON (EFE/El Universal).— El presidente estadounidense, Joe Biden, confesó en una reunión de anteayer con gobernadores demócratas en la Casa Blanca que tiene que dormir más y que evitará organizar eventos después de las ocho de la noche, según revelaron ayer varios medios de Estados Unidos.
Durante ese encuentro con más de veinte líderes de su partido, donde el presidente buscaba dar una imagen de tranquilidad sobre su capacidad para ganar las elecciones, Biden dijo que necesitará trabajar menos horas de cara a la campaña electoral.
El mandatario también señaló en dicha reunión que, durante el periodo previo al debate, tuvo varios viajes internacionales, esforzándose demasiado e ignorando las recomendaciones de su equipo sobre sus horarios.
Preguntado por su estado de salud, Biden aseguró que estaba bien: “Solo es mi cerebro”, contestó, según detalló el diario “The New York Times”.
En medio de presiones públicas por parte de algunas figuras demócratas, analistas y medios estadounidenses para que abandone la contienda, Biden convocó en la Casa Blanca a un grupo de gobernadores demócratas (algunos de ellos virtualmente) para disipar preocupaciones y reforzar su imagen de cara al 5 de noviembre próximo.
El encuentro tuvo lugar pocas horas después de que la vocera de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, eludiera las preguntas de los periodistas sobre si el presidente había sido sometido a algún tipo de chequeo médico tras el debate con Trump.
Luego, medios informaron que Biden dijo a los más de 20 gobernadores que sí se sometió al chequeo tras el debate.
El desempeño de Biden en el primer debate presidencial contra el expresidente Donald Trump, con momentos en los que no podía seguir el hilo de la conversación, motivó una tormenta política en Washington.
Dos encuestas realizadas después del debate de la semana pasada y publicadas anteayer mostraron, además, que las ventajas de Trump en estados clave aumentaron desde el televisivo cara a cara.
Una encuesta del “Wall Street Journal” concluyó que Trump ganaría con un 48% del voto a Biden, que se quedaría con el 42%.
Mientras tanto, un sondeo de “The New York Times” mostró que la ventaja de Trump sobre Biden se amplió tres puntos tras el debate, así que ahora vencería con el 49% frente al 43%.
Ayer mismo, la revista “The Economist” se sumó, con una devastadora portada, a los medios que lanzan un llamado a Biden para que dé un paso al costado.
“El debate presidencial fue horrible para Joe Biden, pero el encubrimiento ha sido peor. Fue una agonía ver a un anciano aturdido luchando por recordar palabras y hechos. Su incapacidad para argumentar contra un oponente débil fue desalentadora. Pero la operación de su campaña para negar lo que decenas de millones de estadounidenses vieron con sus propios ojos es más tóxica que cualquiera de las dos, porque su deshonestidad provoca desprecio”, dice.
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