“He estado lidiando con problemas de salud durante mucho tiempo y ha sido muy difícil para mí enfrentar estos desafíos y hablar de todo lo que he estado pasando (…) Aunque todavía estamos aprendiendo sobre esta rara condición, ahora sabemos que esto es lo que ha estado causando todos los espasmos que he estado teniendo”, esas fueron algunas de las palabras con las que Celine Dion reveló en 2022 a través de un video que padece el Síndrome de la persona rígida (SPS por sus siglas en inglés).
Por supuesto que esta noticia sacudió al mundo, pues debido a este trastorno neurológico adquirido, que es muy raro porque lo sufren una de cada millón de personas –en su mayoría mujeres– y que provoca la rigidez progresiva de los músculos (entre ellos las cuerdas vocales), la cantante canadiense se vio obligada a alejarse de los escenarios para concentrarse en su salud.
Así, de manera abrupta y sin la oportunidad de irse a descansar un rato pasando el tiempo frente a sus fans y compartiendo con ellos lo que tanto le apasiona: interpretar sus canciones, Celine Dion tuvo que irse del ojo público (sin contar que participó en la película Love Again de 2023 y al año siguiente reapareció al asistir a los Grammy para presentar el premio al Mejor Disco del Año (acá pueden recordar ese momentazo).
Desde aquel 8 de diciembre de 2022, la cantante que nos ha dejado himnos como “My Heart Will Go On”, se recluyó en su casa de Las Vegas, Nevada junto a su familia (en particular con sus hijos más pequeños), haciéndole frente al Síndrome de la persona rígida y tratando de comprender lo que este trastorno estaba haciendo con su cuerpo.
‘Soy Celine Dion’ es una desgarradora mirada a la vida actual de la artista
Sin embargo, a pesar de que surgió información sobre su estado de salud, nadie sabía a ciencia cierta cómo se encontraba la artista canadiense ni cómo estaba evolucionando. Pero eso cambió en 2024 con el estreno de Soy Celine Dion, un documental dirigido por Irene Taylor (nominada al Oscar en 2009 por The Final Inch, un corto sobre la polio) donde esta diva del pop se abre por completo ante el mundo.
Y es que no exageramos cuando decimos que en este documental –que pueden encontrar en Amazon Prime Video–, la cantante de 56 años se muestra de una manera muy sincera, íntima y casi desnuda frente a toda la audiencia, en medio de su lucha contra el Síndrome de la persona rígida. Sin nada de glamour, maquillaje y demás, Celine nos deja pasar a su casa para acompañarla en lo más profundo de esta situación que está enfrentando.
El ejemplo perfecto de esa intimidad llega desde los primeros minutos de Soy Celine Dion, donde podemos ver a la artista en el suelo, en una posición particular que adoptan los que padecen SPS cuando les da un ataque, los cuales regularmente son causados por cualquier sobreestimulación: ya sea por estrés, un ruido fuerte o simple y sencillamente debido a un sobresalto. Cualquier de estas situaciones pueden provocar que sus músculos se alteren.
A partir de aquí, Celine nos empieza a contar cómo ha lidiado todo este tiempo con el Síndrome de la persona rígida. Desde entender lo que está sucediendo con su cuerpo, tomar medicamentos sumamente fuertes (que debido a las dosis, ha estado casi al borde de la muerte) y terapias para poder recuperar la movilidad de sus músculos, entre los cuales van incluidas sus cuerdas vocales (pues incluso hay un momento donde se avergüenza y entristece por cómo suena su voz en la actualidad).
El duro panorama de una cantante que no puede usar su voz
Pero más allá de los daños físicos del SPS en el cuerpo de Celine Dion, el documental también nos muestra lo duro que ha sido para ella tener que cancelar conciertos y defraudar a sus fans. Primero, al mentir sobre las razones por las cuales no se puede presentar frente ellos, y después, al dejar de tratar de engañar al mundo para aceptar frente a todos que padece de un trastorno que empezó a darle señales, pero que atendió hasta que comenzó a afectarla directamente en su vida personal y profesional.
Aunque quizá una de las cosas más desgarradoras que nos muestra la directora de Soy Celine Dion es lo deprimente y frustrante que es para esta artista no poder cantar ni mucho menos dominar esa privilegiada y magnífica voz que tiene, la cual sorprendió a propios y extraños cuando pasaba sin dificultad entre tonos, notas y estilos de canto. De verdad, los espectadores pueden sentir la misma impotencia que ella.
Sin embargo, Celine no solo nos cuenta de su lucha contra el Síndrome de la persona rígida, también otros problemas que no ha superado por completo, como la muerte de su esposo y manager, René Angélil, quien lamentablemente falleció a causa de un cáncer el 14 de enero de 2016, dejándola con sus tres hijos y sin la compañía que la ayudó en las buenas y las malas.
Todo esto en conjunto ha hecho que la vida de Celine Dion esté en un verdadero limbo, al no tener certeza si alguna vez podrá regresar a los escenarios y dar los conciertos espectaculares a los que nos tenía acostumbrados. También deja en evidencia la incertidumbre de la cantante ante la posibilidad de no recobrar la calidad y el ritmo que llevaba junto a su familia. Esa es otra parte que de plano nos rompió.
Definitivamente, Soy Celine Dion es uno de los documentales más personales y crudos que verán este año (y probablemente uno de los más desgarradores de todos los tiempos), pues la cantante no trata de ocultar absolutamente nada frente a las cámaras. Al contrario, se muestra vulnerable y en situaciones que casi nadie (tanto artistas o personas comunes y corrientes como nosotros) dejaría que miles de millones de personas
Aunque eso sí, deben saber que en este documental no encontrarán el típico formato donde nos cuentan la vida y obra hasta la actualidad de la artista canadiense. No, en su lugar, todas esas imágenes de archivo y videos de momentos específicos de su carrera los usan para ilustrar situaciones en particular que narra Celine sobre su vida actual.
Soy Celine Dion no es solo para los fans, quienes podrán revisitar un poco de la colección de vestidos, zapatos y demás trajes icónicos que ha usado con el paso de los años, así como meterse –literal– hasta la cocina con ella. No, este documental sirve para comprender lo que implica el Síndrome de la persona rígida, pero también le habla a quienes están pasando por situaciones complicadas y los invita a seguir luchando por sus sueños o recuperar sus vidas, aunque una enfermedad o trastorno los esté afectando y su panorama no sea el más favorable.
El amarillismo y morbo con el que algunos medios han hablado de ‘Soy Celine Dion’
Sin embargo, esa misma vulnerabilidad es uno de los puntos que “le juegan en contra al documental“. Cada quien es libre de rescatar lo que crea más sobresaliente de una canción, disco, película y serie. Pero en este caso, algo que ha llamado la atención es el amarillismo y el sensacionalismo con el que muchos han retomado el trabajo
Específicamente en ciertos medios de comunicación, que lejos de dar una crítica o reflexión basada en Soy Celine Dion, se enfocaron en uno de los momentos más dolorosos, crudos y personales de la cinta. No les vamos a describir tal cual lo que pasa, pero en un punto de esta producción, aparece una escena de casi 10 minutos donde la cantante sufre una crisis en tiempo real debido al Síndrome de la persona rígida. Es aquí donde vemos y podemos empatizar con el verdadero tormento por el que la artista has estado pasando, e incluso sentir su agonía.
“Celine Dion le ofrece a la gente una mirada cruda a su crisis de salud en su nuevo documental… en forma de una escena de 10 minutos que la muestra sufriendo una convulsión, y es dolorosa y emotiva”, mencionó TMZ sobre esta secuencia en el documental, que está lejos de ser emotiva. Lo cual, más allá de aportar a la conversación de este trastorno y lo que deben enfrentar los que lo padecen, solo crea morbo ante una situación sensible.
Sí, quizá la propia artista corría ese riesgo a la hora de permitir que la grabaran e incluyeran todo ese material en el documental (porque ya saben, casi nadie se hace responsable de la manera en que manejan esta clase de casos y siempre “quien lo publica tiene la culpa”). Sin embargo, es claro que Celine Dion dejó que esta escena saliera para darnos una mirada interna a la naturaleza agotadora de lo que está soportando.
De cualquier manera, a pesar del sensacionalismo que causó este momento en particular (y también el primero que vemos sobre la situación de la cantante en los primeros minutos) en distintos medios que se encargan de crear chisme y polémicos, Soy Celine Dion es un documental imperdible y necesario para reconocer y recordarnos que, aunque las celebridades y artistas pueden tener millones de dólares, lujos y demás, siguen siendo seres humanos que sufren y son vulnerables a cualquier cosa (como todos nosotros).
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