
CIUDAD DE MÉXICO (AP).— En el tema de la militarización, no está claro qué querrá y qué podrá cambiar Claudia Sheinbaum, virtual nueva presidenta, o cuáles podrían ser las presiones de los militares sobre ella.
Una de sus ventajas, según el experto en temas castrenses Juan Ibarrola, es que será la mandataria que llegue al poder con más información sobre los militares debido a la cercanía de López Obrador con ellos.
De momento, Claudia ha dicho que mantendrá los proyectos estratégicos del país, muchos en manos del Ejército como el polémico Tren Maya que ha arrasado con parte del entorno natural del sureste del país.
Combatir la polarización implicaría acercamientos con ecologistas, científicos, feministas, académicos, periodistas o defensores de derechos humanos contra los que arremetió con dureza un López Obrador, que rechaza toda crítica.
Y, lógicamente, también diálogo con los partidos de oposición.
Ahora, Morena o sus socios gobernarán en 24 de los 32 estados —el domingo ganaron uno más, según datos aún preliminares— y aunque el reparto final de legisladores todavía no se oficializa todavía, Morena y sus socios (el Verde y el Partido del Trabajo) contarán con mayoría calificada en el Congreso y podrían conseguirla con facilidad en el Senado, lo que les permitiría cambiar la Constitución a su gusto.
Algunas reformas, que Claudia Sheinbaum ha defendido, ya están en el Congreso porque López Obrador las presentó en febrero aun sabiendo que entonces no contaba con los diputados suficientes para aprobarlas. Cuando se conforme la nueva legislatura el 1 de septiembre serán previsiblemente los primeros temas a debatir.
Entre estas propuestas hay algunas tan polémicas como eliminar organismos reguladores —como el antimonopolio o el de transparencia—, que los jueces sean elegidos por voto popular o un nuevo intento para que la Guardia Nacional quede en manos del Ejército, aunque la Suprema Corte de Justicia de la Nación ya dijo que eso era inconstitucional.
Georgina de la Fuente, investigadora de temas legislativos del Tecnológico de Monterrey, una universidad privada, advirtió que el Congreso podría intentar sacar adelante todas esas propuestas antes de que López Obrador deje el poder gracias al “apoyo abrumador” logrado por Morena y sus socios.
Sin embargo, para la académica lo adecuado es que los cambios a la carta magna se debatan siempre con tranquilidad en las comisiones parlamentarias y en foros abiertos en lugar de querer aprobarlos apresuradamente, como hizo en el pasado el presidente con leyes que luego fueron impugnadas en los tribunales por fallos en el proceso legislativo.
“Tenemos que ver si Sheinbaum se va a apartar de esa manera de hacer política de la aplanadora o si va a continuar con el tono conciliatorio (expresado en sus primeros mensajes tras la victoria) para que las reformas se puedan procesar de la manera adecuada”, afirmó Georgina de la Fuente.
Esta nota Incógnitas sobre la política militar para el nuevo gobierno en México apareció primero en Diario de Yucatán.