
CIUDAD DE MÉXICO (AP).— En la recta final para las elecciones la violencia sigue imparable en algunas regiones de México.
En un poblado del sur del país fueron incendiadas el viernes las oficinas del organismo electoral local, así como el material que se emplearía mañana.
El incidente se convirtió en una de las más recientes expresiones de la violencia que ha empañado el proceso comicial, que cobró esta semana la vida de un candidato a alcalde en Guerrero y dejó en medio de una balacera a una candidata a alcalde en Michoacán.
Durante la mañana del viernes fueron incendiadas las instalaciones del organismo electoral del poblado de Chicomuselo, en Chiapas y se quemó la papelería electoral. En los últimos días Chicomuselo se ha visto golpeado por una ola de violencia, luego del asesinato de 11 civiles el 13 de mayo.
Para los analistas estos eventos representan un último intento de los poderosos grupos criminales que operan en México por jugar un papel más determinante en la votación de mañana.
“Lo que estamos viendo en esta recta final es una estrategia ciertamente desesperada de algunos grupos del narcotráfico de quitar del camino a aquellos candidatos que eventualmente pudieran obtener la victoria y eventualmente representar un desafío para ellos”, dijo el analista político David Saucedo, especialista en temas de seguridad.
Según Saucedo, los últimos coletazos de violencia revelan que habrá grupos del narcotráfico que “no van aceptar la pérdida de territorios… Ellos van a tratar de conquistar por las armas lo que no puedan conquistar por las urnas”.
Esta nota Señalan “últimos coletazos” de la violencia electoral apareció primero en Diario de Yucatán.