Claudia de Buen Unna confirmó este jueves su renuncia a la Barra Mexicana, Colegio de Abogados y denunció insultos, acoso en su trabajo, misoginia, agresiones, intimidaciones e incluso amenazas.
Por medio de una carta, la abogada manifestó que lo más dificil en su gestión fue “llevar a cabo el programa de trabajo que, desde un inicio me propuse realizar, a pesar de las resistencias de varios de los integrantes del Consejo, la gran mayoría de estas por razones personales motivadas por la misoginia que impera en algunos de sus miembros”.
Aseguró que a pesar de los obstáculos que enfrentó, se lograron avances como duplicar el número de mujeres y jóvenes barristas, posicionar a Barra TV como uno de los principales medios de información jurídica, hacer tres congresos regionales y uno nacional del Centenario, modernizar la imagen de la BMA, modernizar las oficinas, los sistemas de seguridad y de cómputo, ordenar la comunicación entre barristas de todas las entidades, visitar prácticamente todos los capítulos, y asistir a los congresos internacionales.
Dediqué mi tiempo y mis recursos económicos, sacrificando incluso tiempo con mi familia y, mis ahorros, todo para desempeñar el honroso cargo de presidenta para el que fui electa de forma democrática”, manifestó.
Acusó que recibió de consejeros y no consejeros intimidaciones, amenazas e insultos. Además, se hicieron cinco extrañamientos en su contra, publicaciones para denostar a su persona y una queja del expresidente Héctor Herrera Ordoñez.
Tachó de “inaceptable” que, aun cumpliendo con su encargo, se le hayan perpetrado varios agravios como sacarla de chats, no develar su fotografía en la anterior Asamblea, y no convocarla con la reunión que sostuvo el presidente Víctor Olea Peláez con los expresidentes el pasado 4 de julio, razones por las que presentó su renuncia.
Lamento profundamente que quienes presiden, conducen y han presidido el Colegio, no hayan podido estar a la altura de los retos que el país enfrenta y que, en lugar de optar por trabajar de manera conjunta y coordinada en favor del Estado de derecho, se hayan concentrado en obstaculizar la labor de mi presidencia, y hoy sigan arremetiendo en mi contra, acusándome además de “victimizarme”; definitivamente el gremio de abogadas y abogados no merece esto, tampoco México“, expresó.
Finalmente, agradeció a la abogacía mexicana que la apoyó y vio en su ascensoa la presidencia de la BMA “la oportunidad de cristalizar la tan anhelada equidad de género, a pesar de la evidente resistencia de los arriba mencionados”.
Por ustedes, abogadas y abogados barristas, dediqué estos cuatro años de mi vida con el máximo esfuerzo y, por ustedes, me despido del Colegio con la frente en alto y la enorme satisfacción de haber dado lo mejor de mí”, concluyó.
Con información de López-Dóriga Digital