Este 2024, las malas noticias siguen golpeando a la industria musical. Y es que no es para menos, pues este 8 de mayo lamentablemente nos enteramos de la muerte a los 61 años de Steve Albini, un ícono del rock alternativo que estuvo detrás de algunos nombres muy importantes, como Nirvana, Pixies y PJ Harvey.
La noticia del fallecimiento de Albini la confirmó Pitchfork, quienes mencionan que partió de este mundo murió de un ataque cardíaco. Sin duda, se fue uno de los músicos, ingenieros y compositores más importantes de todos los tiempos, quien gracias a su talento, influyó e inspiró a toda una generación en el rock underground.
Recordemos la enorme carrera de Steve Albini
Steve Albini nació el 22 de julio de 1961 en Pasadena, California. Durante su juventud vivió en varias ciudades hasta que su familia se estableció en Missoula, Montana. Por la falta de actividades “divertidas” en este lugar y luego de una lesión en la pierna, en 1979 aprendió a tocar el bajo, influenciado por bandas como los Ramones, The Stooges, Television, The Fall, The Velvet Underground y más.
Albini se mudó a Evanston, Illinois, donde estudió periodismo en la Northwestern University. En Chicago, Steve comenzó a escribir en revistas como Matter (y después en Forced Exposure de Boston), cubriendo la por entonces naciente escena punk rock, donde se ganó una buena reputación por su franqueza al redactar. Durante esta época también empezó a grabar a grupos, empezando su carrera como ingeniero de sonido.
Luego de tocar en algunas bandas, en 1982, Steve Albini fundó Big Black, un grupo de noise rock y post-hardcore con el que lanzó dos álbumes de estudio y cuatro EP’s, que sobresalió en la escena gracias a su fama destructiva, con altas dosis de sarcasmo e incorrección política en sus letras. Sin embargo, en medio de su popularidad, se separaron en 1987 antes de estrenar el álbum Songs About Fucking.
El mismo año en que se disolvió esta agrupación, Albini formó Rapeman, junto a los exintegrantes de la banda Scratch Acid Rey Washam y David William Sims. En 1989 se acabó este proyecto, después de lanzar en 1988 un EP, Budd, y un disco, Two Nuns and a Pack Mule. Tras esto, Steve se tomó un tiempo de tocar con otras personas.
Sin embargo, Steve Albini armó en 1992 el trío de rock minimalista Shellac, con Bob Weston de Volcano Suns) y Todd Trainer de Rifle Sport, Breaking Circus y Brick Layer Cake. Junto a este grupazo grabó cuatro discos de estudio y tres EP’s, y fue su proyecto más estable, pues junto a ellos se presentó hasta antes de su muerte.
El papel de Steve Albini como “ingeniero de sonido” (o productor)
Desde finales de los 80, Albini se empezó a ganar un nombre como productor de discos (aunque no le gustaba este término, pues prefería que lo llamaran “ingeniero de sonido”). En particular por el enorme trabajo que hizo en el Surfer Rosa de Pixies, uno de los álbumes más influyentes del rock alternativo que inspiró a un montón de músicos que más tarde harían cosas grandiosas, como Kurt Cobain (acá les contamos esa historia).
Sin embargo, para inicios de los 90, Steve Albini se enfocó más en la grabación para otras bandas, entre ellas The Breeders, Fugazi, Whitehouse y PJ Harvey. Aunque en 1993 se ganó la atención de todo el mundo al producir In Utero, el tercer y último álbum de estudio de Nirvana que sorprendió por su sonido más natural, violento e intenso.
Después de colaborar con Kurt Cobain, Krist Novoselic y Dave Grohl, Steve se hizo de un nombre en la industria musical y además de volver a colaborar con Pixies y The Breeders, siguió trabajando como ingeniero de sonido de grupos como The Lizard Train, Bush, Cheap Trick, Mogwai, Godspeed You! Black Emperor, Gogol Bordello, The Stooges, Manic Street Preachers, Jarvis Cocker, The Cribs, Ty Segall, Black Midi y muchos más (incluso produjo Victims Of Love Propaganda de Descartes a Kant).
Steve Albini era muy respetado dentro del rock alternativo y fue muy crítico con la industria musical, pues tenía una ética de trabajo muy bien marcada: no le gustaba que lo mencionaran en los créditos de los discos donde trabajaba y no cobraba regalías por nada que hubiera grabado o mezclado, ya que solo cobraba una especie de “tarifa” cuando grababa en sus estudios, Electrical Audio.
Pero sobre todo, Albini fue un ingeniero con una técnica de producción que lo caracterizaba del resto, pues grababa todo de forma análoga, sin ninguna clase de efectos y de manera muy austera. Esto le daba a sus producciones una onda muy cruda e incluso agresiva. Pero más allá de eso, Steve entregaba grabaciones con una calidad y sensibilidad respetuosa con el sonido de la banda y su estética.
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