El llanto es tan antiguo como la humanidad. Además de ser un vehículo para exteriorizar nuestras emociones, es un escudo que protege nuestros ojos de factores externos. En ese sentido las lágrimas son necesarias, poéticas y absolutamente hermosas si las vemos bajo un microscopio.
Contemplar una lágrima a gran escala nos da una idea de los elementos que la componen y se ha llegado a pensar que, dependiendo de qué tipo de lágrimas sean (de tristeza, de alegría, dolor o por reflejo) su composición bajo la lente del microscopio será diferente.
Esto ya se ha tratado de demostrar. Hay científicos y fotógrafos del mundo que se han dedicado al estudio del llanto y entre otras cosas, descubrieron que las lágrimas tienen una hermosa composición. Se puede decir que las lágrimas son como los copos de nieve, cada una tiene una forma diferente
El estudio de las lágrimas
El llanto y las lágrimas también pueden decir mucho sobre nuestra salud, además de nuestro estado de ánimo. Junto con la sal que contienen, las proteínas y grasas que hay disueltas en ellas pueden dar a conocer cómo funciona nuestro organismo y hasta pueden ayudar a detectar ciertas enfermedades.
Las lágrimas se encuentran en contacto directo con el sistema nervioso, el vascular y el glandular. Otro método para medir los niveles de colesterol y glucosa en nuestro organismo podría ser con el estudio del llanto, pero aquí veremos dos estudios interesantes que analizan las lágrimas de una forma más artística.
La topografía de las lágrimas
La fotógrafa norteamericana Rose Lynn Fisher inició un estudio sobre las lágrimas en 2008. Ayudada por el microscopio y su cámara, se dedicó a encontrar las diferencias entre los tipos de llanto. Como resultado, descubrió que la composición de una lágrima basal o de reflejo, es muy diferente a la que tiene una lágrima de tristeza o una de hilaridad.
Fisher llamó a su estudio The topography of tears (La topografía de las lágrimas). Con la observación de cientos de lágrimas ayudó a determinar que mediante las sustancias que contiene cada una, como aceites, encimas y anticuerpos, su composición molecular es diferente según el tipo de llanto del que proceden.
Entonces se determinó que cada tipo de lágrima tiene una composición química, una viscosidad y cierta cantidad de diferentes hormonas entre otros factores que las hacen diferentes entre sí.
Además, vistas bajo el microscopio, las lágrimas estudiadas por la fotógrafa son todo un espectáculo para la vista. La fotógrafa publicó un libro que tiene el mismo nombre de su proyecto.
El imaginario de las lágrimas
Otro estudio fotográfico bajo el microscopio que dice mucho de nuestro llanto, es el del analista de laboratorio y fotógrafo holandés Maurice Mikkers. Imaginarium of tears (el Imaginario de las lágrimas) es otro proyecto que inició en 2015 y con el que Mikkers, además de buscar las diferencias entre los diferentes tipos de llanto, le dio un enfoque muy artístico al aspecto visual de las lágrimas.
Lo que empezó con un estudio de su propio llanto pronto se hizo más grande. Las lágrimas de los amigos de Mikkers quedaron bajo la lente y hoy la gente puede tener la fotografía de sus propias lágrimas, ya sea de manera digital o en un gran póster para la sala de estar por un precio que va de los 25 a los 300 euros.
El encargo se puede hacer mediante la página del proyecto, donde además hay una galería con el trabajo del holandés.
Ahora sabemos que las lágrimas vistas bajo el microscopio son todo un espectáculo, llegan a ser diferentes por su origen y hasta pueden adornar la sala de nuestra casa como un gusto muy excéntrico.
Las fotografías de Rose Lynn Fisher y Maurice Mikkers mezclan la ciencia con el arte y la estética de las lágrimas, ya sean las que tenemos al cortar cebolla, al ver una película conmovedora o las que nos salen cuando extrañamos a alguien.
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