
QUITO (EFE).— El gobierno de Ecuador decretó ayer la suspensión de la jornada laboral para los dos próximos días (jueves y viernes), en medio de la crisis energética que ha obligado a realizar apagones para racionar la electricidad desde el domingo pasado, y en las vísperas de un referéndum planteado por el Ejecutivo sobre reformas en seguridad, justicia y empleo.
El presidente Daniel Noboa suscribió un decreto en el cual apunta que las jornadas suspendidas en el sector público se recuperarán con el trabajo de una hora adicional durante los siguientes días, mientras que en el privado se recuperarán de mutuo acuerdo entre empleadores y trabajadores.
Producto de esta crisis, con apagones en diversas partes del país que se extienden por varias horas, Noboa pidió anteayer la renuncia de la ministra de Energía y Minas Andrea Arrobo, quien el viernes pasado aseguró que no habría apagones a corto plazo, y a la que acusa de presuntamente ocultar información para haber evitado esta crisis, junto a otros altos funcionarios.
El decreto no hace mención a la crisis energética, que obligó al gobierno a decretar anteayer la emergencia en el sector.
El martes, Noboa denunció un presunto “sabotaje” en el sector eléctrico y ayer, la Presidencia indicó que las investigaciones han dado indicios de que “funcionarios de alto nivel” del Ministerio de Energía y Minas, incluida la ahora exministra Arrobo, “ocultaron intencionalmente información crucial para el funcionamiento del sistema nacional energético”.
Las investigaciones preliminares dan cuenta de que “se suprimieron y deshicieron advertencias y alertas al Comité de Crisis Energética, con el propósito de que esta grave situación no sea conocida para la toma de decisiones oportunas”, indicó la Presidencia en un comunicado.
Dedujo por ello que los cortes de energía no solo respondieron a circunstancias ambientales “sino a actos inauditos de corrupción y negligencia”.
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