Mayuli Martínez Simón candidata al Senado por Quintana Roo del Frente PAN-PRI-PRD, se consolida como la candidatura que claramente se encuentra en el segundo lugar de la contienda electoral en el Estado, aventajando ya 3 a 1 al candidato de Movimiento Ciudadano, además de recortar la ventaja de la formula de candidatos al Senado por Morena en casi 5% con relación a la medición de la misma casa encuestadora realizada el pasado 21 de febrero.
Como se puede ver en la gráfica que se presenta, Morena pasó de 53% de intención del voto el 21 de febrero a 49.6%, mientras que la panista Mayuli Martínez ha subido su preferencia electoral, de un 21.1% a un entusiasta y engañoso a la vez, 24.3% faltando todavía 58 días para el día de las elecciones.
Palazuelos al 3er lugar definitivo (al parecer)
Por su parte el actor y empresario Roberto Palazuelos ha iniciado lo que parece ser una caída en espiral en sus preferencias electorales, pues como se puede observar esta es la segunda medición en la que se da una baja en sus números de un 3.6%.
Es cierto que la baja es tan solo de 3.6%, sin embargo, para una candidatura que cuenta con tan escaso margen de preferencia electoral, entre contar con algún porcentaje de votación y no poder llegar ni siquiera a cifras exigidas para mantener el registro cercanas al 3%, la pérdida de más de 3 puntos porcentuales en menos de un mes, resultan poco menos que lapidarios para una candidatura que al parecer ya no prendió, o dicho a la luz de las mediciones de Massive Caller, esta podría ser ya una candidatura que reventó la burbuja inicial de ascenso que había logrado y lo que le resta es la sobrevivencia.
Mayuli – Anahi, ventaja morenista a 58 días
Párrafos arriba señalamos que si bien Morena conserva una importante ventaja sobre la coalición de la panista, al ubicarse en la última medición 25.3% arriba, lo cierto es que con una tercera candidatura en caída libre como parece ser la de Roberto Palazuelos y Movimiento Ciudadano, la diferencia de la panista con Morena se puede acortar prácticamente de a 2×1, es decir, al establecerse una contienda de dos, cada punto que logre subir Mayuli con su coalición fuerza y corazón por México, le resta dos a Anahí González y Eugenio “Gino” Segura, pues el punto porcentual que a partir de ahora incremente la panista, además de subir su candidatura, tendría como efecto doble, restarle un punto a la candidatura de Morena.
Así, en un hipotético e improbable caso hasta ahorita, si Mayuli en los siguientes 50 días logra subir 10% en sus preferencias electorales y estos se los arrebata a Anahí y Gino, la contienda se encontraría con tan solo 5 punto de diferencia entre el primero y segundo lugar a solo 8 días de la elección, posicionando a Morena con 39.6% de las preferencias electorales y a la candidata panista con 34.3%, es decir, estarían entrando a una jornada electoral donde todo podría pasar, incluso que Morena en un “improbable caso hasta ahorita”, pueda perder el primer lugar y con ello Gino pueda quedar fuera del Senado, pues al quedar como primera minoría (segundo lugar), solo pasaría la formula encabezada por la candidata Anahí González.
5% de diferencia entre 1° y 2° lugar antes de la elección 2024.
Como mencionamos, llegar a las elecciones con 5% de ventaja o incluso un poco más como 7% y hasta 8% de ventaja para Morena el día de las elecciones resulta por demás riesgoso, ello a la luz de la polarización electoral que existe, resultados de gobierno malos e indefendibles en algunos rubros e incluso, el temor de perder los apoyos federales que tienen las y los electores.
Para la mayoría de los contendientes llegar faltando 8 días para el día de la jornada electoral con 5%, 7% y hasta 8% de ventaja en las encuestas, representa una ventaja cómoda que no auguraría sobresalto alguno pasada la jornada electoral, sin embargo, en la presente elección esto no sucede así cuando la ventaja es a favor de Morena, pues si bien es cierto que cualquier medición que arroje esa diferencia a favor es de considerarse, es importante pensar en lo que a la postre en este tipo de elecciones representa la “participación ciudadana” y el llamado y poco estudiado “voto oculto”, que son los dos factores más importantes que en el día de la elección puede voltear una elección de 8% a favor -en encuesta antes de la elección- a 1% o 2% en contra.
Participación Ciudadana: En efecto, la participación ciudadana es el principal elemento en el que un partido de oposición basa su estrategia para el día de las elecciones en función de una contienda con una maquinaria territorial o de aseguramiento del voto férreo como se dice Morena lo hace, así, se sabe que si una elección presidencial como es el caso ronda los 50 puntos porcentuales bajos de participación, el partido opositor no tendrá ninguna oportunidad de triunfo, sin embargo, si la participación ciudadana rebasa los 60 puntos porcentuales de participación de los lectores, esta puede ser una elección ganable para la oposición ante un gobierno como el de Morena. Hechos por demás conocidos y ampliamente aceptados por encuestadores y politólogos.
Voto oculto: No obstante la importancia de estas elecciones y su sobreexposición en medios de comunicación de todo tamaño, presupuesto y seriedad, mediante análisis y debates sobre el tipo de contienda que se está viviendo y sobre todo, de los resultados tan dispares de las encuestadoras, la realidad es que poco, muy poco, se ha hablado de los que se conoce como “voto oculto”.
El término «voto oculto» en las elecciones 2024 de México, se refiere a aquellos votantes que no revelan abiertamente su intención de voto antes de las elecciones incluso en encuestas o sondeos de opinión. Lo anterior por el temor de que las y los electores o sus familiares, pierdan los apoyos sociales que reciben del gobierno morenista, y es este temor, el que levanta las dudas de algunos y esperanzas de otros, lo que no se refleja en las mediciones previas a las elecciones y puede sorprender a los observadores y analistas políticos.
El pasado 1° de abril el periódico El Financiero publicó su tradicional encuesta en la que una lámina llama poderosamente la atención, y es que al segmentar los resultados de preferencia electoral por quienes reciben o no apoyos sociales, lo importante no es el 67% de los votantes que reciben apoyos sociales que apoyarían a Claudia, sino el que entre la población que no recibe apoyos sociales del gobierno federal, es Xochitl la que se levanta con la victoria con un amplísimo margen en favor de la oposición -para como van las mediciones hasta ahorita- de 11%, lo que de entrada somete a la campaña morenista a la vieja táctica del PRI ochentero y noventero, de que si gana la oposición van a quitar los apoyos sociales.
Ahora bien, por cuanto al voto oculto que puede existir en México en estas elecciones del 2024, es importante mencionar que ya en resultados de encuestadoras reconocidas las más de ellas, existe una discrepancia que cada vez más dejan ver la existencia creciente de este voto oculto en base a la metodología del levantamiento de las mismas, pues ya en los últimos dos o tres sondeos mensuales que las encuestadoras han realizado, se observa como patrón que marca el resultado de las mismas, que aquellas encuestas que son cara a cara, realizadas en los domicilios de las y los electores, existe un resultado de ventaja mucho más abultado en favor de Claudia sobre Xochitl, casi llegando a niveles de incredulidad incluso, mientras que en comparación con algunas encuestas que son telefónicas o por medios digitales, que muestran ya una contienda a nivel presidencial cerrada de incluso solamente un dígito de ventaja de la candidata oficialista sobre la de oposición.
Lo anterior, según lo advierten encuestadores y analistas políticos, obedece precisamente a un ocultamiento mayor de la intención del voto mientras más se siente expuesto la o el votante que responde, lo que hace que las encuestas que son levantadas mediante mecanismos indirectos permitan sincerarse más a los respondientes de las mismas, cerrando mucho más lo que anteriormente parecían resultados propios de la frase “este arroz ya se coció”, que por cierto ha dejado de mencionar Morena.
Las campañas se pierden por falta de oficio y conocimiento.
Lo importante es ver que tanta capacidad tiene la campaña de Mayuli de interpretar los números que publican algunos medios sobre esta encuestadora y, por supuesto, faltaría ver la reacción que tenga la campaña de los morenistas donde con estos números, los regaños al interior del partido pueden estarse sazonando.
Lo importante hasta hoy es resaltar que Mayuli y su campaña no cometieron errores o cayeron en desfiguros ante la burbuja inicial de la campaña del actor y consolidaron quizá con una interpretación o búsqueda de los electores de mayor seriedad y capacidad en los contendientes, aun en contra incluso, de lo que se dejó ver en las columnas y comentarios del círculo rojo que apostaban a un mayor avance del Actor Palazuelos.
04/Abril/24