Se suele hacer el chiste de que hay artistas que “ya pagan predial” en México, porque vienen tan seguido que es más fácil verlos en vivo que conseguir un poderosísimo ajolobillete de 50 pesos. Sin embargo, deberíamos agradecer que esos actos visitan a cada rato nuestro país, pues siempre nos regalan presentaciones mágicas. Tal es el caso del concierto de Mitski en el Teatro Metropólitan.
Como recordarán, fue en septiembre de 2023 cuando de manera inesperada, la artista nipo-estadounidense anunció un show en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris. La noticia nos tomó por sorpresas pues literal el concierto fue casi una semana después de anunciarlo y a pesar de la premura, como era de esperarse, se agotaron todos los boletos disponibles.
En aquella ocasión, Mitski se aventó una presentación muy especial, pues junto a unos cuantos músicos tocó completito The Lands Is Inhospitable and So Are We, su más reciente disco que en aquel entonces solo había promocionado con algunos sencillos. Aunque eso sí, por ahí se aventó un par de éxitos para los fans que querían escuchar algunas rolas famosas. Un concierto curioso pero espectacular (por acá les dejamos la reseña de ese showsazo).
Sin embargo, a pesar de que el tour de este este álbum prácticamente inició en México, Mitsuki Laycock Miyawaki decidió que tenía que volver a nuestro país para presentarlo en forma. Es por eso que anunció que regresaría con tres fechas en el Teatro Metropólitan de la CDMX, que una vez más, como cada concierto que da de este lado del charco, fueron sold out. No quedó ni un boleto suelto.
Mitski volvió a México para regalarnos un show espectacular en el Teatro Metropólitan
Como verán, la fascinación y el amor que siente el público mexicano por Mitski es de otro planeta, sobre todo porque en su mayoría, al menos en tierras aztecas, la siguen muchos chavos. Personalmente no entendía por qué tanta emoción con ella. No porque sea una mala artista, al contrario, me parece una de las figuras más creativas de la actualidad, pero nomás no conectaba con su música y propuesta.
Sin embargo, parece que necesitaba vivir la experiencia de verla en vivo para comprender por qué la muchachada trae tanto hype con ella. Desde afuera del Teatro Metropólitan me llamó mucho la atención que la mayoría del público eran muy chicos, incluso algunos iban acompañados de sus papás o los esperaban afuera del venue. Eso y que la merch más vendida son las totebags –que por cierto, algunas tenían diseños muy cool–, me dejaron pensando que como dicen nuestros tíos: “los chavos de ahora traen otro chip”.
Pero bueno, después de entrar al venue escuchamos un ratito el set de Tamino, un increíble artista belga-egipcio en ascenso al que de plano tienen que echarle oído, porque nos emocionó con tan solo su voz y las guitarras que lo acompañaron sobre el escenario. No hubo más que eso durante su presentación y definitivamente, muy pocos son los que se atreven a tocar de esa manera frente a un público desconocido. Ahí les dejamos la recomendación, por si gustan.
Tras unos minutos de espera, un arpa sonó y todos los músicos tomaron sus lugares alrededor de un telón en forma de cilindro que estaba ubicado en el mero centro del Metropólitan. Y justo de la nada, apareció Mitski (con ese aura mística y mágica que tiene) para arrancarse con “Everybody”. Más adelante entendimos que ese telón era transparente y la artista se metió para que todos únicamente viéramos su sombra cantando este rolón.
El concierto continuó con “Buffalo Replaced”, la cual interpretó con un juego de muñecas bastante interesante que siguió en “Working for the Knife”, cuyo final la dejó en la penumbra. Uno de esos momentos impresionantes que esperamos que los fotógrafos presentes (o incluso los fans) hayan capturado, porque se vio alucinante.
Los fans vivieron el show “como en los viejos tiempos”
Y ya que hablamos de las fotos del público, algo que también debemos mencionar (y que claro, nos dejó con la boca abierta) es que muy pocos fueron los que grabaron el show de Mitski con sus teléfonos. Solo en momentos puntuales vimos a algunos sacando los celulares por unos cuantos segundos y listo, de regreso a la bolsa (a Placebo le hubiera encantado esto)
Es más, todo el tiempo los fans se la pasaron sentados, admirando lo que estaban viendo al frente. Así como lo leen, los jóvenes disfrutando un concierto a la antigua. Esto sí nos sorprendió muchísimo, pues ya es muy raro que pase algo así, pero se nos hizo muy chido que decidieran vivir esta experiencia musical de esa manera. ¿Ya ven? No todo está perdido.
“México, ¿cómo están ustedes? Muchas, muchas gracias por venir. ¿Tenemos acompañantes, mamás y papás aquí? Gracias especialmente a ellos por estar aquí. Esto es lo que escuchan sus hijos, ¿les da miedo? A mí también”, dijo Mitski en un español casi perfecto (aunque ella piense que no es así), reconociendo que su música no es para cualquiera e incluso hizo reír a la gran mayoría.
Más adelante, bromeó con las esculturas que adornan ambos lados del Teatro Metropólitan: “Esas dos madres se ven exhaustas. Esos niños no las dejarán en paz, ni siquiera las dejan vestirse”. Con un “bien, continuemos”, siguió el show con “The Frost”, para la cual se sentó en una silla (que más adelante formó parte del performance en “The Deal”) y mientras cantaba, simulaba que tocaba la guitarra, es más, hasta hizo que la dejaba en su lugar. Muy interesante pero muy essstraño, como diría la tía Paty Chapoy.
Mitski nos regaló una presentación hipnótica con sentimiento y emotividad
El sonido del contrabajo dio paso a “Valentine, Texas”, que arrancó con calma y de repente nos tomó por sorpresa que en instantes se desató la locura, mientras la artista hacía lo propio con sus pasos. El ritmo se mantuvo con “I Bet On Losing Dogs”, una de las rolas más coreadas del concierto y en la que la artista armó una coreografía que por más curioso que parezca, representaba muy bien la letra de la canción.
La intensidad se mantuvo con “Geyser”, donde Mitski terminó arrastrándose por el escenario y después continuó con “First Love/Late Spring”. Esta fue la primera vez que notamos que público formó como tal parte del concierto, pues acompañaron a la cantautora moviendo las manos al igual que ella.
“Esto es mejor que la terapia”, gritó alguien alrededor y la verdad es que tiene un punto, pues a veces es más fácil soltar lo que traemos o decir lo que sentimos a través de la música. Y vaya que la de Mitski es perfecta para eso (más adelante esta parte tendrá más sentido). Pero bueno, volvamos al concierto. La cosa se volvió a calmar con “Star” y “Heaven”, aunque la cantada junto a la artista seguía a todo lo que da. Fue en esta última rola donde nos regaló otro momento mágico, jugando y bailando con una luz que la acompañaba en el escenario.
El concierto se animó un poco con la versión folk de “Happy”, donde la propia artista nos transmito un montón de felicidad con sus movimientos e incluso aprovechó para soltar varias sonrisas a sus fans. Sin embargo, todo cambió con “My Love All Mine”, una de las rolas más esperadas y para la cual, aparecieron desde el techo una serie de pedazos de aluminio con los que Mitski interactuó y que al pegarles la luz, daban el efecto de una bola disco.
Este mismo prop lo usó para “Last Words of a Shooting Star” y después de ahí, lo guardaron (nos hubiera gustado ver más de esa cosa en el show, pero ni modo). La melancolía desapareció con “Pink The Night”, que gracias al ritmo de la batería y otras percusiones, sonó como una batucada que nos sacudió un poco la tristeza. Lo mismo con “I’m Your Man” y “I Don’t Smoke”, que sonó después de presentar a la banda y cuya versión bailable nos puso a mover la cabeza y la pierna en nuestros asientos
La onda de Mitski es la nostalgia, es por eso que no tardó en regresarnos a este mood con el combo de “Bug Like an Angel”, “Love Me More” y “Fireworks”, donde la artista no dejó de deslumbrarnos con su vibra e interpretación. Fue aquí donde se terminó la primera parte del concierto, pero eso no era todo, de hecho estaban por venir un par de rolones.
Tras un breve encore para checar que todo estuviera en orden, el grito de “Mitski, Mitski” sonó en el Metropólitan y luego de unos cuantos segundos, la cantautora volvió para cerrar con broche de oro su primera noche en la CDMX. Y es que no es para menos, pues regresó para echarse “Nobody”, esa rola que se hizo viral y que el público coreó macizo. Pero no solo eso, vimos a algunos fans que a pesar de estar sentados en sus lugares, hicieron algunos pasos que la artista estaba representando sobre el escenario.
El concierto se terminó con “Washing Machine Heart”, canción en la que Mitski sacó las fuerzas que le quedaban (las cuales no sabemos dónde las guarda pero se agradece un montón la entrega que tiene con quien para un boleto para verla). Luego de correr de lado a lado haciendo reverencias al público y con un simple “muchas gracias, los amo”, Mitski se despidió.
El show fue una enorme terapia colectiva que dejó contentos a los fans
Al prenderse las luces del Metropólitan, notamos a varios fans muy conmovidos, a tal punto de que estaban llorando como si les hubiera pasado algo gacho. Fue ahí donde terminé de entender qué onda con esta artista y por qué conecta tan profundo con la gente que la sigue. Como mencionó la sabía persona que lo gritó, el concierto se sintió como ir a una terapia colectiva, pues todos rieron, lloraron, cantaron, se emocionaron y sacaron todo lo que traían a través de la música de Mitski.
Y sí, al final, como muchas veces después de ir al psicólogo, la mayoría terminaron liberados, con el corazón contento y lleno de esperanza luego de escuchar en vivo a la artista que los entiende y acompaña en sus momentos de tristeza y felicidad. Mitski es la persona que hace sentir a estos jóvenes como si fuera su mejor amiga, esa que te pega un curita en el corazón cuando te lo rompen, que te recuerda lo que vales y que debes tener amor propio, que está contigo en las buenas y en las malas, y expresa lo que sientes con canciones.
Pero además de eso, su presentación en vivo es hipnótica, pues te invita a su propio universo y claro, cuando menos te das cuenta quieres entrarle de lleno (o al menos eso me pasó a mí, jeje). Espero no sonar como el típico mam*dor y sé que quizá no estoy descubriendo algo sorprendente, pero en mi conclusión: Mitski es arte, se ve que todo lo que hace, cada movimiento de su cuerpo en el escenario y la forma en la que canta sus rolas tienen una intención.
Artistas tan auténticas como esta no se ven tan seguido y aparecen cada cierto tiempo como un rayo de luz en medio de la oscuridad. Sobre todo considerando lo compleja que es la industria musical en la actualidad, donde los algoritmos, los números de reproducciones en plataformas de streaming y hacerte viral son prioridad para muchos en lugar de darle peso a lo que quieres transmitir con tu música o lo que buscas decirle al mundo a través de ella.
Probablemente por todas las veces que ha venido a México desde su debut en el Corona Capital de 2022, Mitski vaya a entrar al mame de “los artistas que ya pagan predio” en nuestro país. ¿Pero saben qué? Si en cada presentación que se aviente de este lado del planeta nos hará sentir como en esta primera noche en el Teatro Metropólitan, que venga las veces que quiera. Es más, que le den las llaves de la CDMX y un departamento en La Condesa.
Setlist de Mitski en el Teatro Metropólitan de la CDMX
- “Everyone”
- “Buffalo Replaced”
- “Working for the Knife”
- “The Frost”
- “The Deal”
- “Valentine, Texas”
- “I Bet on Losing Dogs”
- “Geyser”
- “I Love Me After You”
- “First Love/Late Spring”
- “Star”
- “Heaven”
- “I Don’t Like Mind”
- “Happy”
- “My Love Mine All Mine”
- “Last Words of a Shooting Star”
- “Pink In The Night”
- “I’m Your Man”
- “I Don’t Smoke”
- “Bug Like An Angel”
- “Love Me More”
- “Fireworks”
- “Nobody”
- “Washing Machine Heart”
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