A nadie le gusta sentirse viejo, pero cuando eres fan del pop punk y te das cuenta que Enema of The State de Blink-182 tiene más de dos décadas de haber sido lanzado, es inevitable. Y tampoco es malo, eh… después de todo, con el beneficio de la perspectiva, es divertido recordar aquellos tiempos de finales de los 90.
Parece que fue ayer cuando ellos eran las máximas estrellas del también llamado happy punk, mientras nosotros estábamos escuchando sus hits en MTV y pasándola bien. Pero no todo fue maravilloso para la banda pues tuvieron que recorrer un largo y duro camino para poder consolidar el sonido y la imagen que tanto deseaban.
Antes de que el pop-punk fuera pop-punk
La década noventera vio emerger a una sólida escena musical en California, a base de punk rock y el skateboarding como señas de identidad contracultural. Ya en los 80, Suicidal Tendencies mostraba la afinidad y el impacto que estos tópicos tenían para la juventud californiana, aunque ellos como banda posteriormente se desviarían hacia la escena del crossover thrash.
Otras bandas como Bad Religion o Descendents, iniciadas también en los 80, ya habían mostrado el camino para que géneros agresivos y ásperos como el hardcore punk pudieran encaminarse hacia una propuesta más melódica. Y con la aparición de sellos como Lookout Records en 1987 y el crecimiento de Epitaph Records, el camino para los punkies californianos se asentó.
De ahí surgieron bandas como Operation Ivy (que tendría en sus filas a la leyenda Tim Armstrong de Rancid), NOFX (que definieron el skate-punk) y Sweet Children (la primera encarnación de Green Day).
En este punto, es justo decir que la aparición de Sweet Children/Green Day condensó y ‘perfeccionó’ el punk rock hacia su parte más melodiosa. Y justo, fue a partir del disco Dookie que la industria vio el potencial pop del punk californiano.
Pero Green Day no serían los únicos que explotarían el atractivo pop de la escena local de California. Luego de ellos, llegaría Blink-182 con Cheshire Cat y Dude Ranch (de 1995 y 1997 respectivamente) que si bien lograron un éxito moderado, no se compararía con lo que vendía con su tercer material discográfico.
La salida de Scott Raynor de Blink-182 y la llegada de Travis Barker
Como toda banda reconocida, el proyecto de Tom DeLonge, Mark Hoppus y Scott Raynor pasó por varios cambios. Al inicio, se llamaban simplemente Blink, pero un asunto con una banda irlandesa del mismo nombre los orilló a buscar una nueva alternativa. La solución: agrega el ‘182’ (aquí las teorías más locas detrás del nombre de la banda).
Pero el cambio más significativo para la banda vendría en el periodo posterior a Dude Ranch. Para 1998, Blink-182 salió de gira en un evento conocido como SnoCore donde compartieron tarimas con bandas como Primus y The Aquabats.
Y fue en ese tour donde supuestamente los problemas de alcohol con Scott Raynor se acentuaron. Entre eso y otros detalles, DeLonge y Hoppus decidieron ‘darle las gracias’, aunque la teorías sobre la partida del baterista original aún son variadas.
Sin embargo, mientras estaba en aquella gira, los dos miembros principales de Blink-182 habían visto al baterista de The Aquabats con buenos ojos. El chico en cuestión era conocido como The Baron Von Tito… bueno, ese era su personaje. El músico en realidad se llamaba Travis Barker y era llamativo por la forma enérgica y habilidosa con la que tocaba.
En un principio, se dice que Travis solo iba a ser baterista de emergencia para los Blink. De hecho, fue asombroso que se aprendió el set de la banda en una hora para salir a tocar con ellos… Y pronto, se dieron cuenta que había una gran química con Barker, que además tenía un estilo más diverso que Raynor.
Mientras Scott Raynor era un baterista de cepa con influencia del hardcore punk y el d-beat, Travis Barker era capaz de componer secciones de batería contagiosas y variadas, todo desde la influencia de su educación en el jazz. Ahora sí, estaba todo listo para que la banda entregara uno de sus discos más importantes.
‘Enema Of The State’: El disco que definió la carrera de la banda
Ya con Travis en la batería, Blink-182 comenzó a grabar, sin saberlo, el que sería el disco más emblemático simbólico de la banda. Basándose en muchas historias de la universidad, teorías sobre aliens y con mucha irreverencia, fue como escribieron las letras de las canciones; que sorpresivamente, terminaron en solo dos semanas.
Para grabarlo contaron con la ayuda de Jerry Finn, quien había trabajado antes en un clásico del punk de los 90, él produjo el Dookie de Green Day. o incluso el fantástico …And Out Come the Wolves de Rancid. Finn quedó sorprendido cuando escuchó la primera versión de “Mutt” que la banda había grabado para el soundtrack de American Pie; una de las películas que también influenció al disco (y que incluso permitió un cameo de la banda)
El 1 de junio se estrenó Enema Of The State, y para sorpresa de la disquera y de la banda, fue un éxito de ventas; hasta la fecha es el disco que más ganancias les ha dejado. Pero más allá del dinero, lo que más le dejó a Blink fue la fama, porque después de él crecieron como la espuma.
El disco contiene algunos de sus más grandes éxitos como “Adam’s Song”, “All the Small Things” y “What’s My Age Again?”. Y los recordamos por los divertidos y grandiosos videos que nos entregaron para promocionar estas rolas.
La portada del álbum es muy conocida por todos. En ella aparece la estrella porno Janine Lindemulder como una enfermera sexy, que fue la sensación cuando salió, gracias a la sed que tenían todos los jóvenes calenturientos de la época por ver un poco más de piel. Y claro, como la banda utilizaba lenguaje nada apropiado, decidieron ponerle su respectiva estampita de Parental Advisory.
Sin dudarlo, Enema of The State es el disco que le cambió la vida a Blink. Definió todo lo que después vendría para ellos y los puso en la vitrina de las bandas que forman parte del soundtrack de todo noventero.
Un disco que generó animadversión y éxito masivo
Para la época en que salió Enema of The State, algunos artistas consagrados vieron en Blink-182 una maquinaria comercial de alto alcance. Era una banda surgida de la escena punk de California, pero no había seriedad –según algunos críticos– en lo que hacían.
“Puedes relacionarte con MTV, necesitarlos y luego terminar en calzoncillos, presentando tu nuevo video“, decía Trent Reznor como indirecta para la banda. “Son grupo de chicos tontos… Una imitación de un acto de comedia”, dijo alguna vez Johnny Rotten de los Sex Pistols.
Pero sinceramente, a Blink-182 poco le importaban los comentarios pretenciosos de esos artistas. Para Tom, Mark y Travis, la energía punk estaba en esa idea de divertirse haciendo música sobre un escenario. Ya si la industria los veía como una oportunidad de marketing invaluable, era otra cosa.
Al final de cuentas, ¿qué no hay muchas bandas y artistas de la corriente pop que siguen siendo geniales incluso para los amantes de la música más alternativa o underground? Suele pasar, como sea…
Luego de Enema Of The State, Blink-182 ganó el estatus como la banda más popular del mundo; como aquellos que llevaron el pop-punk al top de la música. Ni Avril Lavigne, ni Simple Plan, ni Sum 41, menos New Found Glory…
Y desde otro lado, Paramore, My Chemical Romance, Fall Out Boy y las bandas de esa camada dosmilera tienen una deuda enorme con Blink-182... Que nos guste o no, es hoy una banda a la que se le recuerda con cariño y nostalgia. Los amos absolutos del ‘happy punk’.
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