En 1985, Robert Zemeckis estrenó una película que marcó un antes y un después en la vida de muchos: ‘Regreso al futuro‘, la historia sobre el inolvidable viaje temporal de Marty McFly.
Como todos los que la hayan visto sabrán, debido a un error en una máquina del tiempo creada por su amigo Doc (un científico «chiflado»), Marty viaja hasta el año 1955, donde se topa con las versiones adolescentes de sus padres, que todavía no han llegado a conocerse.
Tras interponerse sin querer a ese primer encuentro que los iba a convertir en pareja, deberá conseguir que se conozcan y se casen; de lo contrario, su existencia no será posible y desaparecerá para siempre.
En su misión, interactuará con ambos y pasará varios días infiltrado en sus vidas. A raíz de esto, surge un supuesto «fallo de guion» que Bob Gale, guionista de la película, tuvo que desmentir en abril de 2020, casi 40 años después del estreno de la cinta.
Si Marty ha pasado tanto tiempo con sus padres y es el responsable de que hayan terminado siendo pareja… ¿cómo es posible que no se percaten de que su hijo es idéntico a aquel compañero de escuela? ¿Cómo se explica este «borrado de memoria» que han experimentado sus progenitores?
Tal y como explicaba Gale, hablando con The Hollywood Reporter, no sería tan difícil que se hubieran olvidado de él. «Hay que tener en cuenta que George y Lorraine solo conocieron a Marty/Levi durante ocho días cuando tenían 17 años, y ni siquiera le vieron cada uno de esos ocho días.»
Tras esto, continuaba: «Así que, muchos años después, aún podrían recordar a ese chico tan interesante que les juntó en su primera cita. Pero yo pediría a cualquiera que pensara en sus días de instituto y se preguntara si se acuerda de un chico que estuvo en su colegio solo un semestre. O a alguien con quien hubiera salido de fiesta una sola vez. Si no tuvieras ninguna foto de referencia, después de 25 años, probablemente solo tendrías un recuerdo borroso.»
«Así que Lorraine y George podrían pensar que es gracioso haber conocido a alguien llamado Levi Strauss, e incluso si pensaran que su hijo de 16 o 17 años tenía algún parecido con él, no sería un gran problema. Apostaría a que la mayoría de nosotros podríamos mirar en nuestros anuarios del instituto y encontrar fotos de nuestros compañeros adolescentes que tuvieran algún parecido con nuestros hijos,» concluía el guionista.