
El Consejo Universitario de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro) anunció en sesión extraordinaria la expulsión definitiva de dos docentes, luego de confirmarse que incurrieron en acoso sexual contra alumnas de nivel medio superior, según un boletín de la casa de estudios.
Los maestros implicados son:
- Urbano Cano Castañeda, adscrito a la Preparatoria No. 11 en Tlapa de Comonfort.
- Alejandro Hermelindo Ramírez Guzmán, de la Preparatoria No. 4 en Taxco de Alarcón.
Ambas expulsiones fueron aprobadas por unanimidad. El rector Javier Saldaña Almazán subrayó que se deben salvaguardar los derechos humanos y la integridad de las estudiantes, resaltando que en UAGro “no se tolerará ningún tipo de violencia sexual”. José Trinidad Zamacona, presidente del Tribunal Universitario, afirmó que estos actos vulneraron la dignidad y el desarrollo académico de las afectadas.
Este caso se une a otras denuncias previas de acoso en la región. Por ejemplo, en Chiapas se documentó la captación de una docente acosadora durante una ceremonia de graduación, lo que derivó en una orden de aprehensión.
¿Por qué es relevante?
La expulsión definitiva de estos profesores no solo marca un precedente para la UAGro, también envía un mensaje contundente a otras universidades mexicanas: es momento de actuar sin titubeos ante el acoso sexual. No basta con sancionar los hechos aislados, es imperativo fortalecer los protocolos institucionales y proteger a las víctimas.
¿Y ahora qué sigue?
Las autoridades de la UAGro han iniciado, además, procesos de acompañamiento psicológico para las estudiantes afectadas y anunciaron investigaciones por presunto fraude en otros ámbitos de la institución. El ambiente en el campus exige limpieza institucional y una cultura de responsabilidad.