
En 2024, Jalisco registró 407 embarazos en niñas menores de 15 años, según datos de la Secretaría de Salud estatal. De estos casos, 335 correspondieron a niñas de 14 años, 69 a niñas de 13 años y 3 a niñas de 12 años. Estos datos reflejan una preocupante tendencia que ha sido objeto de análisis por parte de organizaciones civiles y académicas.
La Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos en México ha señalado que la diferencia de edad entre las menores y los hombres responsables de estos embarazos puede ser de hasta 38 años. Por ejemplo, en Tlajomulco de Zúñiga, una niña de 12 años quedó embarazada de un hombre de 50 años. Estos casos evidencian una grave violación a los derechos humanos de las menores y subrayan la necesidad urgente de implementar medidas efectivas para prevenir y erradicar el abuso sexual infantil.
Además, se ha identificado que la normalización del abuso sexual en la sociedad contribuye a la perpetuación de esta problemática. Es esencial que las instituciones y la sociedad en general reconozcan la magnitud de este problema y trabajen de manera conjunta para garantizar la protección y el bienestar de las niñas.
En respuesta a esta situación, las autoridades estatales han implementado estrategias como la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (ENAPEA), que busca sensibilizar y capacitar al personal de salud y educativo para detectar y prevenir casos de abuso sexual. Sin embargo, aún persisten desafíos significativos en la implementación efectiva de estas políticas.
Es fundamental que se continúe con el fortalecimiento de estas estrategias y se promueva una cultura de respeto y protección hacia las niñas, garantizando su derecho a una vida libre de violencia y abuso.