
El cantante mexicano Natanael Cano, pionero del movimiento de corridos tumbados, está en el ojo del huracán tras revelarse que su visa estadounidense fue revocada por haber ingresado al país con una visa religiosa falsa. La explosiva información fue dada a conocer por el periodista argentino Javier Ceriani, quien asegura que el artista utilizó una estrategia engañosa para poder trabajar legalmente en Estados Unidos.
Según Ceriani, Cano habría tramitado una visa R-1 (de tipo religiosa) con el apoyo de su disquera, CT Récords, presentándose como un cantante cristiano o ligado a una organización religiosa. Este tipo de visa está diseñada exclusivamente para ministros, pastores o trabajadores religiosos con funciones comprobables en una congregación. No obstante, las autoridades migratorias detectaron la irregularidad al verificar que el artista no pertenece a ninguna iglesia ni realiza actividades religiosas.
📌 ¿Qué consecuencias enfrenta Natanael Cano?
- Le revocaron tanto la visa religiosa como la visa de turista, lo que significa que no puede ingresar a Estados Unidos ni siquiera para vacaciones o entrevistas.
- Esto representa un golpe directo a su carrera, ya que gran parte de su público y conciertos estaban centrados en ciudades clave como Los Ángeles, Houston y Chicago.
- Además, esta situación podría afectar la imagen pública del cantante y abrir la puerta a investigaciones más profundas sobre cómo obtuvo la visa.
🔥 ¿Por qué usó esta estrategia?
La visa de trabajo para artistas en EE.UU. (P-1 o O-1) puede ser más compleja de obtener y tarda meses en procesarse. Por eso, algunos artistas (o sus managers) optan por atajos que, si bien son ilegales, les permiten trabajar temporalmente en el país. Sin embargo, las autoridades han comenzado a vigilar con lupa a los exponentes de géneros musicales como el narcocorrido, ya que se considera que podrían tener nexos con actividades ilegales o promover la cultura del narco.
Este caso no es aislado: otros artistas como Peso Pluma también han estado bajo observación, en un contexto donde incluso Donald Trump ha prometido prohibir las presentaciones de este tipo de música en EE.UU. si regresa a la presidencia.