
La familia real británica atraviesa un duro golpe tras el fallecimiento de Rosie Jeanne Burke Roche, prima segunda de los príncipes William y Harry. A sus 20 años, la joven estudiante de Literatura Inglesa en la Universidad de Durham fue hallada sin vida el 14 de julio de 2025 en su casa de Norton, en el condado de Wiltshire. La encontraron su madre, Pippa, y su hermana, Agatha, mientras Rosie hacía las maletas para un viaje que había planeado con sus amigos.
Junto a su cuerpo se halló un arma de fuego, pero las autoridades han descartado la intervención de terceros. Según el forense Grant Davies, la investigación concluyó que “no hubo circunstancias sospechosas” y atribuyó su muerte a una «lesión traumática en la cabeza». La inyección se aplazó hasta el 25 de octubre para continuar recabando pruebas.
Rosie era nieta del quinto barón Fermoy, tío de la princesa Diana, lo que la convertía en prima segunda de los dos príncipes. En su círculo académico y familiar, era conocida por su pasión por los libros, la poesía y los viajes, además de su creatividad y energía contagiosa. La universidad expresó su profundo pesar: “Se había adaptado de forma hermosa… la echaremos muchísimo de menos”.
La familia Roche ha organizado un funeral íntimo y privado, y anunció que se realizará un servicio conmemorativo en fecha próxima.
Aunque los príncipes William y Harry aún no han emitido declaración pública, la cercanía de la fecha del aniversario de la muerte de Diana de Gales —28 de agosto— añade aún más conmoción a esta pérdida.
Este caso recuerda dolorosamente al ocurrido en febrero de 2024, cuando Thomas Kingston, esposo de Lady Gabriella Windsor, también falleció por una herida en la cabeza y un arma hallada junto a su cuerpo. En ambos casos, las investigaciones determinaron que las muertes no fueron sospechosas.