
¿Por qué los papas cambian de nombre? Es una pregunta que muchos se hacen cada vez que se elige a un nuevo líder de la Iglesia Católica. Esta antigua costumbre no es un simple cambio estético, sino un gesto lleno de simbolismo, que suele representar la inspiración, misión o el mensaje que el nuevo pontífice quiere transmitir desde el primer momento.
Un gesto con siglos de historia, que comenzó formalmente siglos después de los primeros cristianos. Aunque el apóstol Pedro fue rebautizado por Jesús, los primeros obispos de Roma no cambiaban de nombre. Fue con el tiempo que esta práctica se volvió regla, al punto que ahora se considera parte esencial del ritual. El elegido, aún dentro de la Capilla Sixtina, debe responder a dos preguntas: si acepta ser Papa y cómo quiere llamarse.
2. Un gesto con siglos de historia
El cambio de nombre papal no siempre fue una costumbre. En los primeros siglos del cristianismo, los obispos de Roma usaban sus propios nombres. Sin embargo, con el tiempo, esta práctica se convirtió en una declaración de intenciones: el primer acto simbólico del nuevo pontífice al asumir su misión espiritual y pastoral.