
Una gaviota acapara la atención en el Vaticano, y no por casualidad. Justo cuando los cardenales se reunieron en la Capilla Sixtina para dar inicio al cónclave, una gaviota blanca se posó tranquilamente junto a la chimenea por donde todos esperan ver salir el tan esperado humo. La imagen del ave dio la vuelta al mundo y no tardó en generar todo tipo de reacciones.
El momento fue interpretado por muchos como una señal, incluso algunos lo vieron como un presagio celestial, especialmente por la carga simbólica que representa una gaviota blanca en un evento de esta magnitud. La escena recordó de inmediato lo ocurrido en 2013, cuando otra gaviota apareció justo antes de que Jorge Bergoglio fuera elegido como Papa.
En redes sociales, miles de usuarios compartieron la imagen con mensajes de esperanza y emoción, haciendo tendencia palabras como Capilla Sixtina, gaviota blanca y cónclave. Algunos creen que esta visita inesperada del ave podría simbolizar paz, pureza o la presencia divina, justo en un momento de decisiones trascendentales para la Iglesia Católica.
Lo curioso es que esta no es la primera vez que un ave roba cámara durante un cónclave. En 2013, la aparición de una gaviota blanca también despertó comentarios similares y fue recordada como un detalle especial en la elección del Papa Francisco. La coincidencia no pasó desapercibida y volvió a generar expectativa entre los fieles.
Mientras los cardenales llevan a cabo las votaciones a puerta cerrada, el mundo entero mantiene los ojos puestos en la chimenea del Vaticano. Y ahora, también en la gaviota, que con total calma parece tener el mejor asiento del evento más importante de la Iglesia en años recientes.