
Una tarde que comenzó con la inocencia de unas vacaciones familiares en Michoacán terminó en tragedia. Un niño de 14 años, identificado como Andrés Alejandro Santana Hernández, cayó desde un puente sobre el estero de Barra de Santa Ana, en Lázaro Cárdenas, mientras observaba cocodrilos junto a su familia. En segundos, un reptil lo atrapó en sus fauces y lo arrastró hacia el manglar, desapareciendo con él en el caudal oscuro.
Testigos relatan que, aunque se realizaron rescates inmediatos, el pequeño monaguillo y miembro de la banda de guerra de bomberos de Cortazar fue engullido por otros ejemplares y su cuerpo no ha sido localizado. Grupos de rescate de Protección Civil, policías y fiscales inspeccionaron la zona durante varios días sin éxito, lo que llevó a suspender las labores de búsqueda tras 72 horas..
El impacto emocional ha sido profundo en la comunidad michoacana y en su Guanajuato natal. Padres, maestros, bomberos y la parroquia local expresaron su consternación en redes sociales y medios locales, elevando oraciones por el descanso del joven, cuya vida se truncó en un instante de vulnerabilidad al acercarse a la fauna salvaje.
Este trágico suceso reabre las alertas sobre la urgente necesidad de medidas de seguridad en zonas naturales: desde barandales más seguros y señales de advertencia hasta restricciones para el acceso en puentes cercanos a hábitats de fauna peligrosa. Se recuerda también que en la región habitan decenas de cocodrilos americanos (Crocodylus acutus), cuya expansión en los esteros cercanos a la costa pone en riesgo a visitantes indefensos.
🧒🏻💔 Un niño lleno de sueños
Andrés Alejandro no solo era un visitante más: era un niño activo, querido en su comunidad y entregado a su fe. Como monaguillo de la parroquia de Cortazar y parte de la banda de guerra de bomberos locales, su vida giraba en torno al servicio y la esperanza. Su partida deja un hueco irreparable entre sus compañeros, maestros y familiares que hoy lloran no solo su ausencia, sino la forma tan trágica y repentina en que ocurrió.
🐊 El cocodrilo americano: belleza natural y amenaza silenciosa
El cocodrilo americano (Crocodylus acutus), presente en los esteros de Michoacán y otras zonas del Pacífico mexicano, es una especie protegida que puede llegar a medir más de 5 metros. Aunque no suelen atacar humanos sin provocación, cuando hay pérdida de hábitat o acceso libre de personas a sus zonas, los encuentros peligrosos se vuelven más comunes. El crecimiento urbano sin planificación ha aumentado la fricción entre humanos y fauna silvestre, como quedó dolorosamente demostrado en este caso.