
Desde su estreno mundial en junio de 2025, F1: La película ha dejado una huella histórica al coronarse como el mayor éxito en taquilla de Brad Pitt. Con una recaudación que supera los 545 millones de dólares globales, ha desplazado a “World War Z” (540 M), estableciendo un nuevo referente en su amplia trayectoria cinematográfica.
Protagonizada por Pitt como el piloto retirado Sonny Hayes, quien vuelve a la Fórmula 1 para rescatar al equipo APXGP y orientar al novato Joshua Pearce (Damson Idris), la cinta cuenta además con figuras como Javier Bardem, Lewis Hamilton (quien también produce), y una dirección impactante de Joseph Kosinski, conocido por Top Gun: Maverick.
El estreno fue una explosión: $144 millones en su primer fin de semana alrededor del mundo, con $55 millones solo en EE. UU. Esa apertura sigue siendo el mejor inicio de carrera para Pitt y también el récord absoluto para una producción original de Apple Studios. La cinta ha mantenido un ritmo sólido: en EE. UU. y Canadá recaudó más de $165 M, mientras que en el exterior sumó $372 M, alcanzando así un total aproximado de $545.6 M.
Detrás del volumen de taquilla hay una cuidadosa estrategia: Apple y Warner Bros. apostaron por una campaña multimedia que incluyó tecnología de grabación avanzada, descuentos con Apple Pay y acciones públicas con Brad Pitt y Tim Cook. Además, el filme se ha beneficiado de una combinación efectiva de impulso joven —más del 50 % de espectadores menores de 35 años— y formatos premium como IMAX, que aportaron significativamente a la recaudación.
Más allá de las cifras, F1 ha sido el motor que Apple necesitaba para demostrar que puede conquistar cines y seducir a audiencias globales con contenido de alto perfil. Con un presupuesto estimado de entre $200 y $300 millones, representa su producción más ambiciosa hasta ahora y redefine su presencia en la industria cinematográfica, posicionándose como una firme contendiente frente a los grandes estudios tradicionales.
Este logro no solo posiciona a F1 como una joya de taquilla, sino que también consolida a Brad Pitt como uno de los actores más rentables de Hollywood en pleno 2025. A sus 61 años, el actor demuestra una versatilidad impresionante, al pasar de papeles dramáticos e introspectivos a uno que exige una intensa presencia física, carisma y conexión emocional con una audiencia multigeneracional. F1 no solo lo reafirma como estrella, sino también como un imán de taquilla que sigue vigente después de más de tres décadas de carrera.
El rodaje de F1 fue una proeza técnica. Muchas de las escenas de carreras fueron filmadas en circuitos reales durante competencias oficiales de la Fórmula 1, utilizando tecnología de cámaras especialmente diseñadas para integrarse en monoplazas reales. Esta aproximación inmersiva ha sido aplaudida por fanáticos del automovilismo, quienes destacaron la autenticidad con la que se capturan las velocidades, tensiones y estrategias de pista. Para muchos críticos, esta es la película que más se ha acercado a representar la Fórmula 1 de forma visceral y cinematográfica.
Uno de los mayores aciertos del filme ha sido conectar con una audiencia joven, en buena parte gracias a la influencia de Lewis Hamilton como productor. La combinación de un ídolo deportivo actual con una leyenda del cine generó una sinergia potente que atrajo tanto a aficionados del deporte motor como a nuevos públicos, especialmente en mercados clave como Europa, Asia y Latinoamérica.