
Cuando caminas por el supermercado, podrías estar agregando a tu carrito algo que parece jamón… pero no lo es. La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) reveló que 13 marcas etiquetadas como jamón no cumplen con la normativa oficial (NOM-158-SCFI-2003), aunque se venden pegadas a los jamones auténticos.
Estos productos, que se presentan como “embutidos” o “productos cárnicos cocidos”, no sólo no están hechos con la pierna trasera de cerdo o muslo de pavo —como exige la ley—, sino que también suelen esconder niveles elevados de sodio y nitritos, lo que puede poner en riesgo la salud. Además, su denominación es confusa: ninguno pudo justificar por qué usan la palabra “jamón” si no cumplen con los estándares oficiales.
El resultado: consumidores engañados, con productos que pesan menos, tienen más sal o grasa de lo declarado, y carecen del valor nutricional real del jamón. Profeco insiste: lee las etiquetas con atención, revisa el origen de la carne y confirma los valores nutricionales. Así evitas caer en trampas y cuidas tu alimentación
🕵️♀️ Marcas y productos detectados
Entre los más destacados destaca el infame:
- Sparta Cocido: contiene pollo, aunque se vende como jamón.
También figuran:
- Aurrerá (embutido cocido cerdo‑pavo): pesa menos de lo declarado (483 g vs. 500 g).
- Galy Galicia (embutido cárnico cocido): exceso de nitritos (163 mg/kg vs. límite de 156 mg/kg).
- Bafar Clásico: etiqueta dice 9 % grasa, pero solo tiene 5.7 %.
- Tres Castillos: declara 9 % proteína, falla con 8 %.
- Galicia Virginia: 800 mg de sodio declarados, pero en realidad tiene 1 023 mg.
- Kir Clásico/Lunch, Nutri Deli, Chimex, Duby, San Antonio, entre otros, están en la categoría de embutidos confundibles con jamón.